Kamal Kharrazi, un asesor del líder supremo iraní, el ayatolá Jamenei, ha declarado que, si Israel lanza una guerra contra el movimiento armado, Teherán no tendrá otra opción que apoyar al grupo militante libanés Hezbolá “con todos los medios”.
Kharrazi asegura, en una entrevista a Financial Times, que Irán “no está interesado” en un conflicto regional más amplio y pide a Washington que presione a Israel para reducir la situación; una situación, recalca, que no es el interés ni de Irán ni de Estados Unidos.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores en funciones de Irán, Ali Bagheri Kani, mantuvo una conversación con su homólogo turco, Hakan Fidan, y advirtió a Israel contra una escalada con Hezbolá. El ministro iraní aseguró que Israel se enfrentaría a “consecuencias perjudiciales” si ataca el Líbano y añadió que Hezbolá “está completamente preparado para enfrentarse a Israel”. Bagheri Kani comentó, refiriéndose a Israel, que “debe saber que cualquier nuevo error que cometa en el Líbano creará nuevas condiciones a nivel regional en detrimento de los sionistas”. Además, el iraní insinuó que Hezbolá posee nuevas capacidades; medios israelíes aseguran que Irán no solo respalda a Hezbolá, sino que también lo equipa con municiones de precisión guiadas y otras armas.