Irán ha mantenido la puerta abierta a las negociaciones con la administración entrante de Donald Trump, aunque advirtió al presidente electo de Estados Unidos que cualquier intento de volver a imponer una política de “máxima presión” sobre la República Islámica no lograría obtener concesiones.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán para Asuntos Políticos, Majid Takht-Ravanchi, declaró al Financial Times que la coerción y la intimidación resultarían ineficaces en el prolongado enfrentamiento entre Irán y Occidente por el programa nuclear de Teherán.
“En cuanto a las negociaciones, debemos observar la política de Estados Unidos y decidir cómo responder en consecuencia”, afirmó Takht-Ravanchi en su oficina del Ministerio de Asuntos Exteriores en Teherán. “En este momento, las cuestiones clave es cómo abordará la nueva administración estadounidense a Irán, la política nuclear, la seguridad nacional y Oriente Medio”, agregó.
Durante su primer mandato, Trump desató un conflicto con Irán al abandonar el acuerdo nuclear de 2015, conocido como el JCPOA, que Teherán había firmado con las potencias mundiales, e impuso una serie de sanciones a la República Islámica en lo que denominó una campaña de “máxima presión”. Estas sanciones han tenido un impacto devastador en la economía de Irán, mientras que, por su lado, Israel ha debilitado a los grupos cercanos a Irán, como Hezbolá y Hamás.
Supuesto encuentro entre Elon Musk y ministro iraní
Por otro lado, el 16 de noviembre se informó sobre una supuesta reunión entre el multimillonario Elon Musk, asesor del futuro presidente estadounidense Donald Trump, y el embajador iraní ante la ONU, Saeed Iravani, según dijo la prensa estadounidense de acuerdo a dos fuentes iraníes. Esta noticia ha causado gran controversia en Irán, generando tanto voces a favor como en contra de un posible acercamiento a Estados Unidos. Sin embargo, la reunión no ha sido confirmada oficialmente por el equipo de Trump y ha sido rotundamente negada por el gobierno iraní.
Un periódico cercano al régimen interpretó la posible reunión como una nueva etapa en las relaciones con Estados Unidos. “Puede considerarse como el comienzo de un nuevo camino en la política exterior de Irán”, indicó el diario. “Parece que Trump ha decidido genuinamente adoptar un enfoque diferente hacia Irán, tal vez, como dijo Abbas Aragchi (ministro de Exteriores iraní), pasando de la ‘máxima presión’ a la ‘máxima racionalidad'”, afirmó el portal conservador Jomhuri Eslami.
Cualquier contacto directo entre un alto funcionario iraní y Musk sugiere la posibilidad de que el tono de enemistad declarado de Estados Unidos hacia Irán se modere, al menos en los primeros momentos de la nueva administración republicana. El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene a Irán en su punto de mira, especialmente desde que la campaña de Trump denunciara haber sido víctima de piratas informáticos vinculados a Teherán. La semana pasada, el Departamento presentó cargos contra tres individuos por su implicación en una trama para asesinar a Trump durante el tramo final de la campaña presidencial.
En Teherán existe la preocupación de que Trump puede apoyar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, si decide intensificar la ofensiva contra Irán, ya que el gobierno iraní aún no ha tomado represalias por el ataque israelí del 26 de octubre. Takht-Ravanchi dijo que Irán “no busca la guerra, los enfrentamientos ni las tensiones, aunque está preparado para enfrentar cualquier guerra impuesta”, sin embargo, volvió a reafirmar su compromiso de apoyar a sus aliados en el “eje de resistencia”.