Tras publicar sus malos resultados del segundo trimestre de 2024 y decir que despedirá al 15% de su personal como parte de una estrategia de reducción de costes de 10.000 millones de dólares, Intel cayó más de un 20% en las operaciones previas a la comercialización en Wall Street. El desplome se materializó con la apertura de la bolsa, cuando las acciones de Intel cayeron un 28%, cotizando a 20,70 dólares cada una.
La pérdida neta de la empresa en los meses de abril y junio fue de 1610 millones de dólares, mientras que su beneficio neto en el mismo periodo del año pasado fue de 1480 millones de dólares. En cuanto a las ventas, Intel registró 12.833 millones de dólares, por debajo de las expectativas de consenso de 12.940 millones y un 1% menos que los 12.949 millones del segundo trimestre del año anterior.
Para reorientar y reducir el negocio, la empresa ha optado por emprender un profundo plan de reducción de gastos que incluye una reducción de personal de alrededor del 15%, lo que significa recortar 15.000 empleos. Además, ha decidido dejar de pagar dividendos a partir del cuarto trimestre de 2024. No obstante, Intel quiere reafirmar su compromiso a largo plazo de repartir dividendos competitivos cuando los flujos de caja aumenten hasta niveles que puedan mantenerse.