MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha tachado este martes de “inadmisible” que se pueda ser directivo público sin ser funcionario, según se desprende de las normas que afectan al ámbito de la reforma de la Función Pública en materia de recursos humanos publicadas el pasado 30 de abril en el BOE.
En un comunicado, los inspectores de Hacienda han asegurado, además, que reciben con “enorme preocupación” la “vulneración de las competencias” de la Agencia Tributaria y ven un “peligro claro de politización” en las condiciones que se exigen para acceder al puesto de directivo público.
Los inspectores indican que, de acuerdo con la norma de creación de la AEAT, existe una autonomía para la elaboración y aprobación de su oferta de empleo público, así como para el régimen de acceso a los cuerpos, escalas y especialidades que se le adscriben, “autonomía que se vulnera por la normativa recientemente aprobada”.
“En consecuencia, no es admisible que Función Pública, saltándose la jerarquía normativa, vulnere la autonomía de la AEAT en esta materia”, denuncian los inspectores de Hacienda.
Asimismo, también critican la nueva regulación de la figura del directivo público profesional y que se haga a través de un real decreto ley.
“No sólo no hay razones que justifiquen la extraordinaria y urgente necesidad para la publicación de una norma de este calado, tal y como exige nuestra Carta Magna, sino que con ello se impide el adecuado debate parlamentario”, han reiterado, al tiempo que han reprochado que la figura del directivo público se ha regulado “sin cumplir los estándares mínimos de la OCDE en materia de dirección pública”.
A juicio de los inspectores no sólo deja fuera a quienes tienen la categoría de directores generales, secretarios de Estado o subsecretarios, que podrán seguir siendo nombrados con arreglo a criterios políticos y no técnicos, sino que amplía aún más “el abanico de la politización de la Administración”, al contemplar como directivos a quienes tienen el rango de subdirector que ahora, podrán también ser elegidos entre personas que no pertenezcan a ningún cuerpo funcionarial, algo “inédito” en la Administración Pública española.
AUMENTO DE LA ARBITRARIEDAD
Finalmente, en cuanto a la forma de elección y requisitos que se exigen para ser directivo público, los inspectores ven “muy negativamente” que el acceso a estos puestos se haga a través de entrevistas y de un cuestionario de autoevaluación, que dará lugar a la “arbitrariedad” en la selección de quien va a ocupar un puesto de responsabilidad dentro de la Administración Pública.
También consideran “inadmisible” que el marco básico de competencias para este personal directivo sean capacidades en las que no se aprecia la necesidad de especialización que, por ejemplo, debería exigirse sin duda alguna en el ámbito de los puestos directivos de la administración tributaria.
“En definitiva, nada de claridad, especialización y concreción y mucha opacidad en los criterios que se exigen para ocupar cargos directivos. Una vez más, se observa que España se aleja de la necesaria objetividad y preparación que deben tener nuestros funcionarios y quienes ocupen los puestos de mayor responsabilidad en nuestra Administración”, critican los inspectores.