MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Indra se ha adjudicado el desarrollo y suministro de un nuevo simulador del helicóptero NH90, el más moderno con el que cuentan las Fuerzas Armadas, al Ejército del Aire y del Espacio español por 19,2 millones de euros.
Este simulador se instalará en la base aérea de Cuatro Vientos en Madrid y es el tercero encargado por las Fuerzas Armadas a Indra tras otros dos ubicados en la base de Agoncillo (La Rioja) para las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, según un comunicado.
Una de las características importantes de la arquitectura de este simulador de última generación del NH90 es que se basa en la utilización de equipos reales de aviónica a bordo, lo que proporciona el mayor realismo en el entrenamiento y garantiza que las futuras evoluciones de las aeronaves sean fácilmente replicables en el simulador.
De esta forma, las horas de vuelo real necesarias para adiestrar a los militares se reducen en un 40%, lo que supone un mejor adiestramiento para los pilotos y una mayor formación táctica para las tripulaciones.
El simulador está desarrollado para recrear todo tipo de amenazas con cualquier tipo de condición metereológica, lo que da pie a entrenar maniobras complejas y aprender a controlar el estrés en situaciones de emergencia.
Asimismo, este permite el uso de los tubos intensificadores de imagen (IIT) reales del helicóptero, para la simulación en vuelos con gafas de visión nocturna (GVN), y la conexión en red con otros simuladores de otras bases y tipo de aeronaves para entrenar misiones conjuntas.
“Más allá de instruir en el adecuado manejo de una aeronave, cada vez es más importante el entrenamiento táctico conjunto, que permite a los profesionales prepararse para el cumplimiento de la misión en un entorno similar al real”, ha explicado el director de Simulación de Indra, Rafael Junco.
La tecnológica española es una de las pocas empresas en el mundo que ofrecen simuladores del NH90, ya que se trata de un vehículo con sistemas de defensa electrónica muy avanzados.
Además de reducir los riesgos de los entrenamientos, estas soluciones evitan gastos de operación, reducen en más de un 33% los trabajos de mantenimiento y salvan a la atmósfera de un importante volumen de emisiones, reduciendo la huella de carbono.
La compañía ha entregado más de 200 simuladores a 50 clientes repartidos por 20 países y estos han evitado en su conjunto la emisión de 500.000 toneladas anuales de CO2.