El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha acordado imputar por cohecho al presidente de Repsol, Antoni Brufau, por presuntamente contratar los servicios del excomisario José Villarejo, para espiar al expresidente de Sacyr, Luis del Rivero. Según fuentes jurídicas, el directivo habría comunicado esta iniciativa al expresidente de Caixabank, Isidre Fainé, en una reunión celebrada en 2011.
Al parecer Brufau pretendía desarticular una estrategia de sindicación por parte de Del Rivero, para asociarse con PEMEX, en un intento por hacerse con casi un tercio de las acciones de Repsol,para tomar su control. El directivo de la petrolera habría empujado a Fainé a compartir la información, dada la confluencia de intereses de ambos, aunque sería el propio Brufau quien ordenara la contratación de Villarejo.
La Fiscalía anticorrupción ha ordenado investigar a los dos directivos y a otros cuatro cargos de Repsol y Caixabank por un presunto delito de cohecho.
La noticia podría complicar la situación de las compañías, ya que choca con los principios de ESG y puede chocar con la legislación de algunos países, que no permite a empresas con negocios en su país, que tengan imputados entre sus directivos.