MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Iberdrola ha logrado mantenerse en el índice de cambio climático CDP con la máxima puntuación por su labor de divulgación, concienciación, gestión y liderazgo ambiental, ha informado este martes el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán.
En concreto, la compañía ha sido incluida en la Lista A del CDP en 2022. Esta clasificación mide la exhaustividad de la divulgación, la conciencia y la gestión de los riesgos ambientales y las mejores prácticas asociadas con el medioambiente, como el establecimiento de objetivos ambiciosos y significativos.
CDP, que administra el sistema de divulgación global para que inversores, empresas, ciudades, estados y regiones administren sus impactos ambientales, está considerado como el índice de cambio climático más prestigioso del mundo.
Iberdrola ha destacado que su capacidad renovable instalada ya supera los 39.000 megavatios (MW) y prevé pasar de los 80.000 megavatios en 2030.
El grupo está presente en los principales índices de sostenibilidad internacionales, entre los que figuran Dow Jones Sustainability Index, MSCI, Sustainalytics, Bloomberg GEI, Euronext Vigeo Eiris indices, Global100 y EcoVadis.
Iberdrola ha incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos por Naciones Unidas para el horizonte 2030, a su estrategia empresarial y a su política de sostenibilidad.
La compañía ha subrayado que ha centrado sus esfuerzos en el suministro de energía asequible y no contaminante (objetivo 7) y en acción por el clima (objetivo 13), y también en asegurar agua limpia y saneamiento (objetivo 6).
Al mismo tiempo, ha aumentado su inversión en actividades de I+D+i (objetivo 9), impulsa el respeto hacia la vida de los ecosistemas terrestres (objetivo 15) y trabaja por establecer alianzas para lograr los objetivos (objetivo 17).
El grupo Iberdrola se ha comprometido a invertir 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.
Dentro de su Plan Estratégico, la compañía pretende compatibilizar su crecimiento en renovables y redes con el objetivo de llegar a ser neutra en carbono para 2030 en sus centrales de generación y consumos propios y en todas sus actividades a 2040.