MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Iberdrola ha recibido la declaración de impacto ambiental (DIA) para su proyecto Hidro Cedillo, que será la primera planta híbrida de España de una fotovoltaica con una instalación hidroeléctrica, según publica el Boletín Oficial de Estado (BOE).
Ubicada en Cedillo (Extremadura), la planta tendrá una potencia de 86,4 megavatios (MW) con más de 160.000 módulos fotovoltaicos y un tipo de estructura fija.
La hibridación permite optimizar el uso de la red y minimizar el impacto ambiental de los proyectos en los lugares donde están ubicados.
Al contar con dos tecnologías capaces de alternarse, se reduce significativamente la dependencia de las condiciones ambientales cambiantes y las limitaciones por la posible falta de recursos como el viento o la incidencia de sol, lo que facilita una producción renovable más estable y eficiente, informó la energética.
En esta misma línea, Iberdrola ha anunciado recientemente que construirá también la primera planta híbrida eólica y solar de España en Burgos.
La eléctrica tiene una apuesta por esta tecnología de hibridación en los próximos años en el país con el objetivo de mejorar sus recursos renovables y aprovechar al máximo las localizaciones ya existentes.
Las plantas de generación híbrida utilizan el mismo punto de conexión a la red y comparten infraestructuras, como la subestación y la línea de evacuación de la electricidad producida. Además, se ubican en terrenos que ya estaban destinados a la generación renovable y permiten contar con caminos e instalaciones comunes para la operación de ambas tecnologías.
MEDIDAS PARA LA PROTECCIÓN DEL MEDIOAMBIENTE.
En concreto, este proyecto de Hidro Cedillo contempla una serie de medidas para la protección del medioambiente, todas enmarcadas en el fomento de la mejora de la biodiversidad en el entorno.
De esta forma, para facilitar la disponibilidad de agua en los diferentes sectores de la planta solar fotovoltaica, se construirán dos charcas o puntos de agua adicionales. También se contempla la construcción de un abrevadero para ganado y un sistema de charcas naturalizadas para la fauna silvestre del entorno.
Igualmente, se prevé balizar las zonas de exclusión que protegen los cursos fluviales, las charcas, la vegetación singular, árboles y hábitats de interés entorno a la charca grande de la zona, entre otras medidas.