MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Banqmi, el portal de productos financieros de iAhorro, ha alertado de una posible vuelta de la litigiosidad en el sector financiero, esta vez por los Certificados de Depósito para Acciones (CDA) de Triodos Bank, que poseen cerca de 46.500 ciudadanos europeos, entre los que habría 7.000 españoles, según los datos aportados por el propio comparador.
El portal señala que los clientes tienen ahorros en este producto de inversión “que ahora no pueden vender ni sacar su dinero”. “Todos ellos han perdido en el último año el 30% del valor de su inversión. Además, al no estar protegidas ni garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos, no se garantiza de ninguna manera la recuperación del capital invertido”, señala María Serrano, de Arriaga Asociados, a Banqmi.
“Pese a su nombre, no son depósitos ni acciones. Se trata de un producto clasificado como complejo y que guarda gran similitud con las participaciones preferentes. Es un producto bancario de riesgo 6 en una escala de 6, por este carácter complejo y su perpetuidad”, ahonda Serrano.
En cambio, afirma que este producto habría sido ofertado por la entidad como “de muy poco riesgo”, a pesar de la “volatilidad de su precio, ya que se fija en un mercado interno de compraventa regulado y controlado por la fundación”.
En esta línea, Antonio Gallardo, experto de Banqmi, destaca que ahora habría que dilucidar si a la hora de comercializar estos productos “no se informó de forma adecuada” a quien los adquiría sobre sus riesgos. “Por ejemplo, la inclusión de la palabra ‘depósito’ sin esta adecuada explicación de los riesgos ha podido conllevar que algunos usuarios lo adquirieran creyendo que era un valor seguro”, afirma.
Para controlar este tipo de inversiones, Banqmi señala que se ha avanzado en normativa de transparencia, especialmente con la aplicación de MiFID 2, pero pide a los reguladores de productos bancarios, como el Banco de España, y de inversión, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que “sigan manteniendo un control adecuado de su cumplimiento”.
“Igual que también hay cambios en los clientes, que son más desconfiados y consultan más a la hora de invertir, […] hay que continuar en la mejora de la educación financiera del consumidor, que es la forma de protección más importante, más en un país como España en el que la figura del asesor financiero independiente es prácticamente testimonial”, concluye Gallardo.
DOS SENTENCIAS A FAVOR DEL BANCO
Por su parte, el banco defiende, en declaraciones a Europa Press, que los CDA son una forma de inversión “bastante extendida” en los Países Bajos, origen de la entidad, y explica que son títulos representativos del depósito de una acción que están emitidos por la fundación accionista, SAAT.
El objetivo es que se facilite la inversión de aquellos interesados en el proyecto de la banca ética “sin poner en peligro la independencia y la misión de Triodos Bank y de sus fines fundacionales”. En cambio, niega que sean un instrumento financiero emitido para cubrir necesidades puntuales de capital de la entidad o un instrumento de deuda subordinada.
Igualmente, señala que durante la comercialización de estos títulos “la información relativa al riesgo y las especificidades del producto estaba recogida en la documentación facilitara al inversor” y disponible, también, a través de la página web.
En este sentido, la entidad sostiene que se realizaban test de conveniencia para valorar el perfil y el conocimiento de las y los inversores, e insiste en que se trata de un producto de inversión y no de ahorro, por lo que no está cubierto por el FGD.
Además, el banco afirma que el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pamplona ya ha dictado dos sentencias a su favor. La entidad se ha dotado con provisiones ante los litigios abiertos por estos títulos, según se recoge en sus cuentas del primer semestre del año.
SISTEMA DE NEGOCIACIÓN MULTILATERAL Y DIVIDENDO EXTRAORDINARIO
Triodos Bank anunció la suspensión de la compraventa de sus CDA en enero de 2021 por desequilibrios entre la oferta y la demanda de los títulos ante la incertidumbre generada por la pandemia de Covid-19. Posteriormente, en diciembre de 2021, anunciaba su decisión de lanzar a cotización sus certificados en un sistema multilateral de negociación (SMN), que supondrá volver a permitir la compraventa de estos certificados y que estará disponible en el segundo trimestre de 2023.
Hasta el comienzo de este sistema, el banco ha barajado diferentes opciones para aportar liquidez a los titulares de CDA. En un primer momento, se anunció un programa de recompra restringida y un fondo solidario de recompra para tal fin, si bien finalmente a principios de agosto fueron descartados por complicaciones “imprevistas”.
En cambio, la entidad ha propuesto el pago de un dividendo extraordinario de 1,01 euros brutos por cada CDA, lo que supondrá el reparto de un importe total de 14,4 millones de euros entre los titulares de los certificados. Esta cantidad equivale al capital que el banco había reservado para las recompras.
El reparto de este dividendo extraordinario se someterá a votación en una junta general extraordinaria que se celebrará el próximo 11 de octubre y su pago se realizará tras esta reunión. Además, el comité ejecutivo ha decidido abonar otro dividendo de 0,35 euros brutos por CDA, pagadero al mismo tiempo que el extraordinario.