El primer ministro griego Kyriakos Motsotakis advirtió sobre el daño que una guerra comercial con Estados Unidos causaría a la Unión Europea y dijo que es posible un acuerdo con l administración entrante de Donald Trump.
“Me preocupan los aranceles porque soy un defensor del libre comercio y no creo que los aranceles eventualmente no crean un impacto positivo neto”, dijo Mitsotakis en un evento de Bloomberg en Atenas este lunes. “Una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa claramente no beneficiaría a Estados Unidos ni a Europa”.
Además, dijo que “cree que se puede llegar a un acuerdo cuando se trata de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa“, agregó el primer ministro griego, quien es uno de los pocos líderes de la UE que estaba en el cargo durante el primer mandato de Trump.
Trump ha causado preocupación en las capitales europeas con su amenaza de imponer aranceles del 60% a China y del 10% al 20% al resto del mundo. Durante su primer mandato, Trump golpeó las exportaciones europeas de acero y aluminio con aranceles, lo que desencadenó una escalada de represalias con la UE, que apuntó a las empresas políticamente sensibles en Estados Unidos con sus propios aranceles.
La UE ya ha preparado una lista de productos estadounidenses a los que podría alcanzar si la nueva administración de Trump cumple con su amenaza de golpear al bloque con medidas comerciales punitivas, informó Bloomberg el mes pasado. Los nuevos gravámenes contra Estados Unidos no son un caso base para la UE y solo se utilizarán para tomar represalias contra una medida de la Casa Blanca.
De igual manera, Mitsotakis había dicho durante la COP29 que el es un “gran creyente” del libre comercio, que no apoya en nada a los aranceles y que su administración se encuentra analizando la reelección de Trump y su probable impacto en la UE.
La vuelta a la Casa Blanca del republicano quien, aparte de prometer el aumento de los aranceles, amenaza con dejar solos a los veintisiete países en el apoyo a Ucrania frente a Rusia, implica la necesidad de actuar con urgencia. En este contexto, durante las últimas semanas los líderes europeos reclaman dotarse de más herramientas para garantizar la seguridad y soberanía económica, aumentar la productividad para impulsar la competitividad de la economía y dar un salto en defensa para dejar de depender de Estados Unidos.
Además, el aumento de un 10% de los aranceles -o incluso más- de EE. UU. a todas las importaciones europeas puede costar uno 180.000 millones de euros a la Unión, según una estimación del Instituto de Economías Alemana. La Comisión Europea presentará en junio unas estrategias para poner en marcha el informe Draghi, que se resumirán en encontrar puntos comunes y después negociar sobre ellos, según la la presidente de la comisión, Ursula von der Leyen.
“Hay una cosa clara, juntos, la UE, como europeos, debemos hacer lo que sea necesario por nuestra seguridad”, expresó el canciller alemán, Olaf Scholz, enormemente debilitado tras la ruptura del Gobierno de coalición por la salida de los liberales. “No pregunten qué puede hacer Estados Unidos por ustedes, pregunten qué debe hacer Europa por sí misma”, apuntó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.