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Gobierno, sindicatos y empresarios se reunirán , a partir de las 12.00 horas, para dar el pistoletazo de salida a las negociaciones para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre, previsiblemente hasta finales de año.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha garantizado que los ERTE se mantendrán para aquellos sectores que aún lo necesiten. “Que empresas y trabajadores estén tranquilos”, dijo hace unos días al ser preguntada por la extensión de este instrumento.
CCOO, UGT, CEOE y Cepyme coinciden en que los ERTE deberían prorrogarse al menos hasta finales de año. Actualmente unos 260.000 trabajadores están amparados por ellos, de los que sólo una parte se encuentran suspendidos de empleo a tiempo completo.
Está por ver si la nueva extensión de los ERTE mantendrá las mismas condiciones que la regulación actual. En este sentido, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, señaló hace unos días que habrá que buscar aquellos parámetros “que generen más empleo”.
Esto implicará, con toda probabibilidad, una revisión de las exoneraciones a la Seguridad Social vinculadas a los ERTE.
Este instrumento se ha ido adaptando a lo largo de la pandemia en lo que respecta, por ejemplo, a los sectores denominados ‘ultraprotegidos’ y a las exenciones de cotizaciones de las que pueden beneficiarse las empresas.
Estas exoneraciones suelen ser uno de los caballos de batalla de las negociaciones para prorrogar los ERTE, pues el Gobierno quiere un modelo que prime la reincorporación de trabajadores en ERTE a través de bonificaciones de cuotas superiores a las que reciben las empresas por los trabajadores que siguen en el ERTE. En cambio, sindicatos y empresarios entienden que donde hay que abaratar los costes empresariales es en aquellas empresas que aún no han podido sacar a sus trabajadores del ERTE.
De hecho, la regulación actual de los ERTE, vigente hasta el próximo día 30, contempla exoneraciones a la Seguridad Social que van desde el 60% al 100%, concentrándose las más altas en la reincorporación de trabajadores a la actividad.
La norma vigente recoge tres modalidades de ERTE: los destinados a los sectores ‘ultraprotegidos’ y a las empresas vinculadas a su cadena de valor; los ERTE de impedimento de la actividad, y los ERTE de limitación, los dos últimos pensados para restricciones administrativas temporales adoptadas como medida de freno a los contagios de Covid (reducción de aforos o prohibición de apertura, por ejemplo).
También está por ver si en la próxima prórroga se mantiene el compromiso de mantenimiento del empleo en su actual redacción, así como la prohibición a las empresas que hagan ERTE de despedir e interrumpir contratos temporales, medidas que la CEOE siempre ha aceptado a regañadientes y que seguramente tratará de que no estén en la próxima prórroga.
A los sindicatos, sobre todo, les preocupa mantener el cuadro de derechos de los trabajadores afectados por ERTE: acceso a la prestación sin periodo de carencia, no computar el periodo consumido hasta enero de 2022 y una prestación equivalente al 70% de la base reguladora, como hasta ahora.
EL 38% DE LOS TRABAJADORES EN ERTE PERTENECE A HOSTELERÍA Y HOTELES
A cierre del pasado mes de agosto y según datos de la Seguridad Social, el número de trabajadores en ERTE era de 272.190 personas, su menor nivel desde el inicio de la pandemia. Desde mayo de 2020, cuando 3,6 millones de trabajadores estaban en ERTE, más del 92% ya lo han abandonado.
De los 272.190 trabajadores que estaban en un ERTE en agosto, 95.608 pertenecían a las ‘antiguas’ modalidades de ERTE, sin exoneraciones a la Seguridad Social, mientras que cerca de dos tercios (176.582 trabajadores) están incluidos en las que conllevan exoneraciones en las cotizaciones.
Existe una importante concentración sectorial de los trabajadores protegidos por ERTE, pues un 24% de los trabajadores protegidos pertenece a la hostelería (servicio de comida y bebidas), con 65.373 afectados por ERTE a 31 de agosto.
Esta actividad, junto con los servicios de alojamiento, concentran el 38% de los trabajadores en ERTE. En concreto, los servicios de alojamiento tienen a 39.091 trabajadores en ERTE, el 14,3% del total de trabajadores protegidos por este instrumento.
En total, el número de trabajadores que figuraban en un ERTE en el mes de agosto representaban el 1,8% del total de afiliados al Régimen General, sin contar sus sistemas especiales.
Las actividades con mayor porcentaje de sus afiliados en ERTE son las agencias de viaje (35,07% del total de sus afiliados); el transporte aéreo (15,47%); juegos de azar y apuestas (12,96%), y servicios de alojamiento (11,6%), todas ellas incluidas entre los sectores ‘ultraprotegidos’ por los ERTE.
En términos absolutos, la actividad con mayor número de trabajadores en ERTE es el servicio de comidas y bebidas (hostelería), con más de 65.000 afectados, seguido de los servicios de alojamiento (39.091), del comercio minorista (24.732 empleados), del comercio mayorista (15.269), agencias de viaje (13.550) y actividades deportivas y de entretenimiento (11.781 afectados).