
El gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sigue reunido a esta hora para aprobar el acuerdo con Hamás para el alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes. De superar la aprobación de gabinete y gobierno, está previsto que entre en vigor el próximo domingo. Esta tregua ha contado con el respaldo de los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden y el entrante Donald Trump.
Tensiones previas al acuerdo
El proceso para alcanzar esta tregua no ha estado exento de dificultades. Netanyahu acusó a Hamás el jueves de incumplir compromisos clave, lo que llevó a un aplazamiento de las discusiones del gabinete hasta que el grupo aceptara todos los términos propuestos. Esa confirmación por parte del grupo armado ha llegado a primera hora de este viernes. Hamás ha sido calificado como una organización terrorista por Estados Unidos y varias naciones occidentales.
Los esfuerzos de mediación, liderados por Qatar con el apoyo de Biden y Trump, dieron sus frutos cuando el miércoles se confirmó un acuerdo inicial.
Lo que sabemos del acuerdo
El acuerdo consta de tres fases. En la primera etapa se incluye una tregua de 42 días en la que Hamás liberará a 33 de los 98 rehenes retenidos en Gaza, a cambio de entre 1000 y 2000 palestinos, según las fuentes, detenidos en cárceles israelíes. Se espera que los liberados por Hamás sean, en esta fase, niños, mujeres, heridos y mayores de 50 años; además, según Bloomberg, entre los rehenes liberados se encontrarán dos estadounidenses. Mientras, Israel retirará sus tropas de áreas densamente pobladas y permitirá a los desplazados regresar a sus hogares en Gaza. También se permitirá la entrada de gran cantidad de ayuda humanitaria al enclave.
En esta primera etapa también deberían llevarse a cabo las conversaciones para la segunda fase del acuerdo, que conllevaría la liberación del resto de rehenes vivos y la retirada completa de Israel de territorio gazatí.
Una tercera fase incluiría la devolución, por parte de Hamás, de los cuerpos de los secuestrados fallecidos y se iniciaría la reconstrucción de Gaza.
Biden expresó su esperanza de que este alto el fuego se convierta en un paso definitivo hacia la paz, favoreciendo la estabilidad regional y fortaleciendo lazos diplomáticos con países árabes como Arabia Saudita.
Reacciones internas y desafíos
A pesar del avance diplomático, la opinión pública en Israel permanece dividida. Sectores políticos y militares consideran que la operación debe continuar hasta la derrota total de Hamás. Los ministros de extrema derecha, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, han advertido que abandonarán la coalición gobernante si la tregua se prolonga más allá de los 42 días acordados inicialmente.
En su comunicado, Netanyahu evitó hacer referencia a posibles conflictos futuros, pero subrayó: “Israel sigue comprometido con todos los objetivos de esta guerra, incluyendo la recuperación de nuestros rehenes, tanto vivos como fallecidos”.
Camino a la reconstrucción y un futuro incierto
Con el inicio del alto el fuego, ambas partes comenzarán negociaciones sobre la liberación de los rehenes restantes, la reconstrucción de Gaza y su gobernanza futura. Israel insiste en que Hamás no debe desempeñar un papel político, aunque todavía no hay claridad sobre qué entidad podría asumir el control de la región.
Impulso económico y contexto histórico
La inminente tregua ha generado optimismo en los mercados financieros israelíes. El índice de la Bolsa de Tel Aviv subió un 4,4% esta semana, reflejando las expectativas de estabilidad.
El conflicto actual comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando militantes de Hamás lanzaron un ataque en el sur de Israel, dejando 1200 muertos y 250 personas secuestradas. Desde entonces, la ofensiva militar de Israel ha causado la muerte de más de 46.000 palestinos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, gestionado por Hamás.
Este alto el fuego representa una pausa crucial en el conflicto, pero su éxito a largo plazo dependerá de la voluntad política de ambas partes para trabajar hacia una solución sostenible.