MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, ha presentado este miércoles el proyecto de Escuela de Alta Dirección Pública del Estado (EADE), uno de los hitos que contempla la Estrategia de Aprendizaje del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) para los años 2023-2024.
La Escuela de Alta Dirección del Estado se enmarca en los planes de captación y retención del talento en la administración pública, definidos por el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, entre los que se encuentra también la elaboración de un Estatuto del Directivo Público y un nuevo modelo de carrera por niveles y competencias.
Con este proyecto se da un paso más en la evolución del programa de aprendizaje directivo, combinando las propias actividades de desarrollo de los niveles predirectivos y la creación de una Escuela que aglutine todas esas oportunidades de desarrollo, encuentro y preparación.
El impulso a la EADE permitirá desarrollar una visión única y estratégica del liderazgo público de la Administración General del Estado (AGE) que lo haga atractivo para sus destinatarios. Su puesta en marcha no supondrá una nueva estructura administrativa, sino una mejora de los recursos correspondientes al ámbito competencial de la dirección pública en una sola imagen institucional.
Para el desarrollo de la Escuela de Alta Dirección Pública, la subdirección de Aprendizaje del INAP ha definido las necesidades formativas y las competencias básicas de la figura del directivo público, partiendo de unos criterios que delimiten las personas destinatarias.
6.100 FUNCIONARIOS
Así podrán participar en la misma personas del subgrupo A1, de la Administración General del Estado y organismos, con funciones directivas de relevancia organizacional, que dirijan equipos y presenten una alta exigencia de responsabilidad pública. En la actualidad se estima unos 6.100 funcionarios cumplirían esos requisitos.
En la clausura del acto, Clara Mapelli ha destacado cómo el trabajo en equipo, la motivación, la cooperación, el equilibrio emocional, el compromiso con el servicio público y la ética profesional, entre otros, configuran todo un ecosistema competencial del liderazgo transformador del directivo público.
Respecto al marco competencial, para su puesta en marcha se han definido cinco áreas funcionales o competenciales (liderazgo transformador, gestión estratégica de proyectos, comunicación y relaciones interpersonales, adaptabilidad y toma de decisiones y, por último, compromiso con el servicio público y ética profesional) pero se desarrollarán 23 competencias más.