La espera ha llegado a su fin: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dado a conocer el nombre de su nuevo primer ministro. Se trata del centrista François Bayrou, un político veterano que tratará de estabilizar el caos político que reina en Francia desde las últimas elecciones legislativas. Bayrou ha sido designado tras una reunión en el Palacio del Elíseo de más de dos horas.
El nuevo primer ministro galo se ha caracterizado por combinar una visión de la economía orientada al mercado con el apoyo a medidas sociales, como el impuesto a los ricos. Además, ha pedido que se diversifiquen los centros de poder, hasta ahora en París, al resto del país. François Bayrou fue ministro de Justicia y tres veces candidato a la presidencia de la república. Actualmente era el líder del Movimiento Democrático.
Bayrou tiene una ardua tarea por delante. Debe afrontar las mismas dificultades que le costaron el puesto a su predecesor, Michel Barnier, derrocado la semana pasada por la Asamblea Nacional tras apenas tres meses en el cargo. Su propuesta de presupuesto para reducir el déficit provocó la indignación del resto de grupos políticos, una indignación que culminó con una moción de censura que terminó con su mandato.
Ahora, con un parlamento dividido en tres bloques fuertemente enfrentados, François Bayrou se enfrenta al reto de aprobar rápidamente un nuevo presupuesto para 2025, con un país bajo presión para reducir el déficit del 6% que excede, con mucho, el límite del 3% del PIB propuesto por la UE. El nuevo texto deberá incluir concesiones para conseguir el apoyo de alguno de los grupos de la oposición.
El caos político provocado por el vacío de poder en Francia provocó una fuga de inversiones en el país; la agitación política y la incertidumbre provocaron ventas temporales de activos galos, lo que subió los costos de endeudamiento franceses hasta los niveles de Grecia.