MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La agencia de calificación crediticia Fitch ha retirado su vigilancia con implicaciones negativas para Israel y ha confirmado la nota de solvencia como emisor de deuda a largo plazo ‘A+’ con una perspectiva negativa.
La calificadora de riesgos ha reconocido que los riesgos geopolíticos asociados con la guerra en Gaza siguen siendo elevados y los riesgos de escalada siguen presentes, añadiendo que los riesgos para el perfil crediticio “se han ampliado y su impacto puede tardar más en evaluarse”, por lo que retiró su vigilancia negativa sobre la nota de Israel.
No obstante, Fitch señala que la perspectiva negativa del rating refleja la combinación de incertidumbres en torno a la trayectoria fiscal y la duración e intensidad de la guerra, incluido el riesgo de una escalada regional.
De tal modo, la agencia anticipa un aumento a corto plazo en la ratio deuda/PIB y un gasto militar persistentemente mayor en el contexto de la situación política y unas perspectivas macroeconómicas inciertas, lo que podría limitar la capacidad de Israel para reducir la deuda en el futuro.
Por otro lado, recuerda que el crecimiento del PIB se desplomó al 1,8% en 2023, cuando habría sido más de 1,5 puntos porcentuales superior sin la guerra, mientras que Fitch prevé una expansión del PIB del 1,9% en 2024 y del 4,1% en 2025.
Sin embargo, la agencia señala que la falta de trabajadores palestinos sigue obstaculizando el sector de la construcción, mientras que se resienten las llegadas de turistas y el sentimiento de inversión extranjera seguirá siendo negativo, lo que lastrará el crecimiento.
Asimismo, los riesgos de una ampliación del actual conflicto hacia confrontaciones militares a gran escala con múltiples actores “siguen siendo altos”, señala Fitch en referencia a potenciales enfrentamientos con Hezbollah, otros grupos militantes regionales e Irán.
“Este no es nuestro escenario base, pero una escalada a gran escala, además de pérdidas humanas, podría resultar en un importante gasto militar adicional, destrucción de infraestructura, un cambio sostenido en el sentimiento de los consumidores y de la inversión y, por lo tanto, conducir a un gran deterioro del perfil de crédito de Israel”, advierte.