La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha decidido rebajar los ratings como emisores a largo plazo tanto de Enel como de su filial Endesa en un escalón, hasta situarlos en ‘BBB+’, al tiempo que les ha asignado una perspectiva ‘estable’, según ha informado este viernes en un comunicado.
De esta forma, la nota de solvencia de ambas energéticas ha vuelto al nivel que estaba en febrero de 2019, cuando Fitch decidió mejorar su nota hasta ‘A-‘.
La revisión de la calificación a la baja es consecuencia de que la agencia estima un mayor apalancamiento a medio plazo, al situarse los fondos de operaciones frente al endeudamiento neto en las 4,6 veces. Esta ratio está por encima de las 4,2 veces que Fitch considera el baremo para una rebaja en la calificación y está por encima de los niveles históricos de Enel.
Pese a ello, la agencia ha subrayado que la energética italiana sigue siendo uno de los principales actores en la transición energética y que su estrategia es “efectiva”, con un foco en elevar la integración entre sus actividades de suministro y generación.
En todo caso, Fitch ha asegurado que las iniciativas políticas aprobadas en España e Italia para limitar los incrementos de las facturas eléctricas tendrán un impacto mínimo en los resultados del grupo.