MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La gestora internacional de fondos de inversión Fidelity señala en un informe que existe “una relación clara” entre la dimensión ESG y el crecimiento del dividendo, que obedece a una gestión adecuada de los riesgos y oportunidades medioambientales y sociales que suele ayudar a las empresas a evitar más costes normativos, litigios, erosiones de la marca y activos obsoletos.
El director de inversiones de la gestora, Matthew Jennings, comenta en el citado informe que si bien las rentabilidades históricas no garantizan rentabilidades futuras, las conclusiones sugieren que “los líderes en la dimensión ESG tienen más probabilidades que los rezagados de ofrecer atractivos niveles de crecimiento del dividendo a largo plazo en un conjunto de escenarios económicos”.
La gestora pone de relieve la importancia de la sostenibilidad en el sector, ya que las empresas en sectores con problemas de sostenibilidad estructurales, con independencia de que estén bien gestionadas o no, “podrían mostrar un menor crecimiento del dividendo”.
Ejemplo de esto son las grandes petroleras cono Shell y BP, que redujeron considerablemente sus dividendos el año pasado para financiar la transición a activos con menores emisiones de carbono, según señala el informe.
Las empresas de servicios públicos que explotan energías renovables, por el contrario, están experimentando “efectos beneficiosos” desde el punto de vista reglamentario y de inversión: Enel se ha comprometido a incrementar sus dividendos un 7% anualmente hasta 2023, en tanto que Unilever presenta un récord de crecimiento del dividendo a largo plazo.
Asimismo, la diferencia de rentabilidad por dividendo entre los valores con las calificaciones ESG más altas y loas más bajas es “modesta y ciertamente manejable” en el contexto de un universo de inversión amplio como la renta variable mundial.
Una variable que influye en la rentabilidad por dividendo es el porcentaje de los beneficios que reparte una empresa. Que este sea adecuado dependerá de factores específicos de la empresa, si bien desde Fidelity consideran que “unos repartos de dividendos sensatos son un indicador de un buen gobierno corporativo, ya que ayudan a poner en sintonía los intereses de los accionistas y la dirección y reducen el ‘riesgo de agencia'”.
Una segunda variable sería la valoración de las empresas, que puede verse afectada por factores como las expectativas de crecimiento, el coste del capital y el sentimiento de los inversores.
“Los inversores con enfoque ESG suelen recelar de valores donde las rentabilidades por dividendo son elevadas debido a unas valoraciones bajas motivadas por modelos de negocio insostenibles”, defiende el informe.
En cambio, los datos de la gestora destacan que los negocios sostenibles de alta calidad deberían ser capaces de mantener los dividendos en niveles más sostenibles y ofrecer un mejor crecimiento potencial del dividendo a lo largo del tiempo.