MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
ExxonMobil ampliará su plan de recompra de acciones propias hasta 50.000 millones de dólares (47.649 millones de euros) para 2024, ampliando así los 30.000 millones de dólares (28.589 millones de euros) previstos hasta 2023, a pesar de las críticas vertidas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, contra las petroleras que han engordado sus beneficios de forma extraordinaria a raíz de la guerra en Ucrania.
La petrolera estadounidense, que ha aumentado el dividendo anual por cuadragésimo ejercicio consecutivo, anunció este jueves que para finales de 2022 espera distribuir entre sus accionistas alrededor de 30.000 millones de dólares, incluyendo 15.000 millones de dólares en dividendos y otros 15.000 millones de dólares a través de recompras de acciones.
Paralelamente, ExxonMobil espera que las inversiones en 2023 oscilen en un rango de entre 23.000 y 25.000 millones de dólares (21.919 y 23.825 millones de euros) para aumentar y ayudar a satisfacer la demanda global, mientras que la compañía sigue en camino de lograr un ajuste de costes estructurales de unos 9.000 millones de dólares (8.577 millones de euros) en comparación con 2019.
Asimismo, la compañía ha asignado alrededor de 17.000 millones de dólares (16.200 millones de euros) a la reducción de emisiones propias e iniciativas de reducción de emisiones por parte de terceros hasta 2027, lo que supone un aumento de casi el 15%.
“Los resultados que hemos visto hasta la fecha demuestran que estamos en el camino correcto”, declaró Darren Woods, presidente y consejero delegado de ExxonMobil.
En el tercer trimestre de 2022, el beneficio neto atribuido de ExxonMobil alcanzó los 19.660 millones de dólares (18.735 millones de euros), casi tres veces más que un año antes, mientras que la cifra de negocio aumentó un 51,9%, hasta 112.070 millones de dólares (106.801 millones de euros).
El pasado 31 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó a las empresas petroleras y de gas con la imposición de nuevos impuestos al considerar que se están lucrando con “ganancias inesperadas por la guerra (de Ucrania)” que emplean en recompensar a sus accionistas en vez de ayudar a bajar los precios de la gasolina.
“Es hora de que estas empresas dejen de especular con la guerra”, advirtió entonces el inquilino de la Casa Blanca. “Si no lo hacen, pagarán un impuesto más alto sobre sus ganancias y se enfrentarán a otras restricciones”, avisó.