Europa se revuelve contra Europa: Mario Draghi advierte del gran desastre y de lo que se debe hacer
Mario Draghi pone en la mesa el choque, no sólo el choque con EEUU, sino con los problemas internos de Europa. “Olvídense de EEUU: Europa se ha impuesto aranceles a sí misma con éxito. Las altas barreras internas y los obstáculos regulatorios son mucho más perjudiciales para el crecimiento que cualquier cosa que EEU pudiera imponer”, comentaba en Financial Times.
En el artículo, trata de varios puntos. El primero, sobre el problema de Europa quien ha crecido poco, especialmente en la eurozona, durante el último año. El artículo señala que la economía europea sigue siendo demasiado dependiente del comercio exterior, lo que la hace vulnerable a los cambios en la demanda global.
Por otor lado, vemos el bloque 2 donde se señala que el Fondo Monetario Internacional ha señalado que las barreras internas en Europa, que incluyen regulaciones y restricciones excesivas, afectan más a las empresas europeas que los aranceles externos. Según las estimaciones del FMI, estas barreras equivalen a un arancel del 45% en manufacturas y del 110% en servicios. Las leyes, como la protección de datos, han reducido las ganancias de pequeñas empresas tecnológicas, afectando su competitividad y crecimiento en el mercado.
A esto se suma una demanda interna débil, que ha frenado el consumo tanto de los hogares como de las empresas desde la crisis de 2008. En comparación, Estados Unidos ha logrado mantener una alta demanda interna y ha inyectado 14 billones de euros en su economía desde 2009, mientras que la Unión Europea solo ha invertido 2,5 billones en el mismo período.
El artículo también detalla el bloque 3 con las posibles soluciones para mejorar la situación económica de Europa. Mario Draghi ha propuesto reducir las barreras internas para fortalecer el mercado único europeo, reorientar la demanda hacia el consumo interno y promover una inversión pública estratégica en sectores innovadores y tecnológicos. Sin embargo, para esto se necesita un cambio de mentalidad, menos burocracia, más inversión y política que impulsen la innovación.
El plan Draghi está en un cajón pese a todo. El plan de Europa, mientras tanto, es esperar. Europa tiene que cambiar y no sólo de la mano de Estados Unidos, sino también por los problemas que conlleva la política interna de la Comisión.