La reciente negativa de Donald Trump a descartar el uso de la fuerza para adquirir Groenlandia ha encendido las alarmas en Europa. El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, afirmó con contundencia que la Unión Europea no permitirá que ningún país ataque las fronteras soberanas de sus territorios miembros o asociados.
En una entrevista con la emisora France Inter, Barrot subrayó: “Somos un continente fuerte y debemos reforzarnos aún más. Evidentemente, no aceptaremos que naciones, incluyendo potencias como Rusia o cualquier otra, intenten violar nuestra soberanía territorial”. Aunque minimizó la posibilidad de que Trump recurra a una invasión, Barrot insistió en que Europa debe mantenerse alerta ante un escenario mundial cada vez más incierto.
Diplomacia en movimiento: Groenlandia y Dinamarca
En medio de esta controversia, Mute Egede, el primer ministro de Groenlandia, ha viajado a Copenhague para reunirse con el rey Federico de Dinamarca. La visita se produce tras los comentarios de Trump, quien expresó abiertamente su interés en controlar la isla ártica, un territorio autónomo bajo soberanía danesa. Elon Musk incluso ha invitado a la población de Groenlandia a elegir unirse a Estados Unidos; asegura que serían bien recibidos.
El encuentro, que inicialmente había sido pospuesto, se celebró finalmente según anunció la corte real, aunque sin revelar detalles sobre la agenda. Egede, firme en su postura, reiteró que Groenlandia no está en venta y ha intensificado su impulso hacia una mayor independencia.
Groenlandia, con una población de alrededor de 57.000 personas, disfruta de autonomía en la mayoría de sus asuntos internos, pero sigue siendo parte integral del Reino de Dinamarca. Las relaciones entre ambos han estado bajo tensión debido a acusaciones de discriminación y abusos históricos durante el periodo colonial.
Un debate reactivado
Esta no es la primera vez que Trump pone a Groenlandia en el foco de atención. En 2019, su propuesta de compra fue recibida con escepticismo e incluso burla por parte de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, lo que llevó al entonces presidente estadounidense a cancelar una visita oficial a Dinamarca.
Mientras Groenlandia busca definir su futuro con mayor autonomía, la comunidad internacional observa con atención cómo estas dinámicas influyen en la estabilidad política del Ártico. Con sus vastos recursos naturales y su posición estratégica, el territorio seguirá siendo un punto clave en las relaciones geopolíticas del siglo XXI.
En otro orden de cosas, tanto el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, como el presidente panameño, José Raúl Mulino, han rechazado de plano las intenciones expansionistas de Trump respecto a sus respectivos territorios. El presidente electo de Estados Unidos acusa a Canadá de no bloquear el paso de drogas hacia su país; mientras que la acusación contra Panamá es la de permitir que sea China quien controla el canal.