La tasa de inflación general en Estados Unidos se ha situado en el 2,7 %, cumpliendo con las expectativas del consenso del mercado para el mes de noviembre. La tasa general ha subido una décima respecto al mes anterior, mientras que la tasa subyacente se ha mantenido estable en el 3,3%. Este comportamiento ha estado en línea con las previsiones.
Víctor Alvargonzález, director de estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep finance, destaca que la economía estadounidense está mostrando optimismo, especialmente después de la llegada de Donald Trump al poder. Esto está llevando a una mayor confianza de los consumidores y a un aumento en el gasto, lo que hace más difícil que los precios bajen.
Pedro Pérez Riu, jefe de renta fija y análisis macro de Anta Asset Management, considera que los datos de inflación son en línea con lo esperado, con una pequeña subida en el componente subyacente debido a los seguros médicos y automóviles, pero también con buenas noticias en el componente de alquileres.
Luciana Taft, analista de AFI, explica que la inflación subyacente sigue siendo un problema, aunque con un repunte moderado en los últimos meses. Destaca la presión que sigue ejerciendo el mercado inmobiliario y los servicios, especialmente en el alquiler de viviendas.
Franco Macchiavelli, analista financiero de mercados, subraya que, aunque la inflación subyacente sigue siendo estancada, con un repunte constante de 3.3%, hay factores que contribuyen a un comportamiento más controlado de los precios, como la caída de los precios de los vehículos usados.