Jerome Powell ha enviado una señal fuerte, la más fuerte hasta ahora, de que la Reserva Federal podría empezar a reducir su programa de estímulo masivo iniciado con la pandemia. Lo ha hecho tras afirmar que la FED ha cumplido el primero de los dos objetivos que quiere lograr antes de reducir su apoyo y estaba haciendo “claros progresos” en el segundo.
“Mi opinión es que se ha cumplido la prueba de ‘progreso adicional sustancial’ para la inflación”, ha indicado Powell. “También ha habido un claro progreso hacia el máximo empleo”.
En un discurso virtual en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole, Powell ha hecho hincapié en el sólido repunte económico que se ha vivido desde la llegada de la pandemia y la caída brutal que tuvo la economía mundial. Además, ha expresado su confianza en que la mayor economía del mundo estaba en una senda que permitirá al banco central comenzar a retirar su apoyo.
El banco central ha estado comprando 120.000 millones de dólares de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas de agencias cada mes desde el inicio de la crisis coronaria el año pasado, y se ha comprometido a hacerlo hasta que vea “progresos adicionales sustanciales” en sus objetivos de una inflación media del 2% y un máximo de empleo.
Llaman la atención las palabras del Presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, quien ha indicado que quiere que el Tapering empiece lo más pronto posible.
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