El excesivo tamaño del Estado y el desequilibrio de las finanzas públicas condicionan a la baja la puntuación de España
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
España se sitúa por debajo de la media de países de la OCDE en lo referente a la libertad económica y empresarial, según arroja el Índice de Libertad Económica 2024 (ILE 2024) elaborado por la Fundación Heritage y editada para España por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, han presentado este lunes el informe del IEE ‘La libertad de empresa en España. Índice de Libertad Económica 2024’, donde se recogen los resultados de dicho índice, elaborado por la fundación Heritage, y adaptado al español por el Instituto de Estudios Económicos.
El estudio apunta a que España se sitúa entre los países con libertad económica moderada, en la posición 55 de 184 del ranking global, alejada de las primeras posiciones y en una situación relativamente baja si se compara con las economías desarrolladas.
Además, el informe refleja que España, con un valor en el ILE 2024 de 63,3 puntos, mantiene la posición 31 de 38 en el ranking de la OCDE. La puntuación que obtiene es un 9,7% inferior a la del promedio de los países desarrollados, afectada por un gran tamaño del Estado y una salud fiscal deteriorada, y un 23,7% inferior a la del país de la OCDE que presenta mejores prácticas en el ámbito de libertad económica, en este caso, Suiza.
Con respecto a su comparativa con el índice de la Unión Europea, España ha descendido una posición respecto al año pasado, ocupando, actualmente, la posición 23 de entre los 27 países que conforman la Unión Europea.
Las principales variables que condicionan las bajas posiciones de España son las relacionadas con el tamaño del Estado, como son la salud fiscal, el gasto público, la efectividad judicial, el buen gobierno y la carga impositiva, que son uno de los principales puntos débiles de la economía española.
LA LIBERTAD DE EMPRESA EN ESPAÑA
Por su parte, el estudio muestra que España presenta una libertad de empresa moderada, situándose en el puesto 24 de 43 países desarrollados con 97,7 puntos en 2024. En referencia al Índice de Libertad de Empresa se puede observar que España se sitúa en la mitad inferior del grupo de los países desarrollados, lo que representa un nivel moderado de libertad de empresa en el país en cuanto a fomento de la iniciativa privada y apoyo a las empresas se refiere.
En 2024, la economía española se ha situado en el puesto 24 de los 43 países considerados, con 97,7 puntos, lejos aún de los 81,3 puntos que se obtuvieron en el valor de este índice en 2012. Con respecto a la promoción de la libertad de empresa, el IEE considera que el papel de las instituciones debería ser el de generar un entorno adecuado que fomente la actividad empresarial y que apoye a las empresas.
“Sin embargo, a la vista de los resultados obtenidos por España en el ámbito de la eficiencia regulatoria, se puede concluir que el marco normativo español se encuentra rezagado con respecto al de los principales países desarrollados en cuanto al fomento de la inversión empresarial y al apoyo a la actividad de las empresas”, han lamentado desde el Instituto.
EVALUACIÓN DE LA RECIENTE “INTERVENCIÓN” DEL SECTOR PÚBLICO
En el informe del IEE se analiza la intervención del sector público en la economía a partir de una mayor presencia del componente público en la actividad empresarial. Se destaca la vinculación de este tipo de intervención del sector público con los derechos de propiedad, el buen gobierno, el gasto público, la libertad de empresa y la facilidad inversora entre otros componentes que integran el principio de libertad económica.
Según el IEE, este tipo de intervención obstaculiza la actividad empresarial y ocasiona peores resultados, en términos de asignación eficiente de los mercados en el sistema económico en su conjunto, al presentar la actividad empresarial de titularidad pública peores registros en términos de eficiencia que el sector empresarial privado.
A partir de la información suministrada por la Central de Balances del Banco de España el Instituto ha calculado distintos indicadores/ratios en relación con las cuentas de resultados y el balance de estas compañías para 2022, observándose en todos ellos mejores resultados en las empresas privadas que en las públicas.
En particular, en este periodo, la brecha relativa de eficiencia entre la empresa privada y la empresa pública en relación con la utilización de capital –la ratio entre producción y amortizaciones netas, deterioro y provisiones de explotación– es un 62%, y este margen se ha incrementado en ocho puntos porcentuales con respecto a la experimentada en 2018.
De igual forma, en 2022, la brecha de eficiencia entre la empresa privada y la pública en relación con la productividad laboral, como ratio entre el valor de la producción y gastos de personal, es de un 32%, ampliándose casi once puntos porcentuales durante los últimos cuatro años.