España perdió 9783 afiliados a la Seguridad Social en julio, una caída del 0,05%, lo que convierte este mes en el peor desde 2001. Desde 2022 no se destruían empleos en el mes de julio, pero fueron menos; no hay que olvidar que julio es un mes tradicionalmente excelente para el empleo, en plena temporada turística. Incluso en 2022, año aún de pandemia, la caída en la afiliación en julio fue menor, 7266 personas.
En esta ocasión, y según los datos del Ministerio de Seguridad Social, la hostelería no ha aupado tanto el empleo como otros años; la afiliación en el sector ha crecido en 11.235 empleos, menos de la mitad que en julio de 2023, por lo que no se ha compensado la habitual pérdida de puestos de trabajo en el sector agrario o en la educación, este último con motivo de las vacaciones de verano. A la debilidad de la restauración se une la de los alojamientos, también del sector turístico, y de los autónomos. Pese a todo, el número de afiliados a la Seguridad Social se sitúa en los 21.383.106, la segunda mayor cifra de la serie.
El desplome de la afiliación se centra, como hemos mencionado, en educación, que pierde más de 122.500 empleo, especialmente femenino; en el agrario, que pierde algo más de 39.000 personas; en el Sistema Especial del Hogar, con casi 4500 bajas; y en autónomos, que en julio perdió casi 5000 afiliaciones procedentes de la educación, el comercio y la agricultura.
Además, se desacelera la contratación indefinida; aumentó exponencialmente con la entrada en vigor de la reforma laboral de 2021, que restringía los contratos temporales de obra y servicio, pero ha ido descendiendo progresivamente. Este mes de julio de 2024, solo el 38,7% de los 589.007 contratos firmados era indefinido, frente al 39,6% de 2023.
Pese a todo, el paro ha descendido en 10.830 personas, un 0,42% menos en en junio de este año.