MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) prevé que España alcance 7,3 millones de cruceristas a lo largo de 2022, un 31% menos respecto a las cifras récord de 2019, cuando registró 10,6 millones de pasajeros.
Así se desprende del informe ‘Trends and perspectives in EuroMed cruise tourism’, elaborado por la consultora Risposte Turismo para CLIA, en el que señala que más de 14 millones de pasajeros se concentrarían entre Italia y España.
Por debajo de estos países se situaría Grecia, que llegaría a los casi cinco millones de pasajeros en 2022, seguido de Francia y Noruega, con 3,6 millones y 3,3 millones de pasajeros, respectivamente
España es considerado como uno de los principales países del mundo en la recepción de cruceristas. A falta de datos más recientes, el récord conseguido en el 2018, con más de 10,1 millones de cruceristas y 4.360 buques de crucero, fue superado en el 2019, con un crecimiento del 4,8%, superando los 10,6 millones de cruceristas en el 2019.
Además, la industria de cruceros obtuvo una facturación de casi 6.000 millones de euros en España, aportando 2.800 millones de euros al PIB nacional. Se calcula que 50.031 puestos de trabajo se crearon en España gracias a la industria de cruceros y se generaron 1.500 millones de euros en salarios.
2022, UN 63% DEL NIVEL PREPANDEMIA
La industria de cruceros en Europa y el Mediterráneo estima que en 2022 se alcancen los 38,6 millones de pasajeros, lo que supone un 63% del nivel de 2019, cuando registró 53,6 millones de cruceristas.
En esta ocasión, más de 22 de millones de pasajeros se concentrarían en Italia (12,7 millones) y España (9,4 millones) y Barcelona seguiría siendo el puerto europeo de cruceros más importante.
El estudio también estima que los países europeos delMediterráneo podrían recibir 48,6 millones de movimientos de pasajeros de cruceros en 2023.
En este sentido, el presidente de Risposte Turismo, Francesco di Cesare, ha afirmado que para lograr estos resultados es “fundamental” la contribución de todos los ‘stakeholders’ y que asienten su crecimiento en bases “sólidas y sostenibles”.