La llegada a la Casa Blanca de Donald Trump y los casi tres años de guerra en Ucrania están haciendo cambiar la postura de Occidente respecto de la solución al conflicto. Los aliados de Ucrania están presionando al presidente Volodímir Zelenski para que evalúe formas de llevar a Vladímir Putin a la mesa de negociaciones, buscando poner fin al conflicto.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que va a presentar una propuesta al G20 para congelar el conflicto en sus fronteras actuales, tal y como se dibujan ahora mismo las líneas de los frentes de batalla. Además, el plan propondrá que Ucrania retrase las negociaciones para incorporarse a la OTAN al menos 10 años, como concesión a Putin. Contempla igualmente la creación de una zona desmilitarizada en Ucrania, en la región oriental del Donbas, una zona en manos de Rusia desde 20014; en aquel territorio, el proyecto de Erdogan prevé el despliegue de tropas internacionales que protegerían Ucrania de posibles ataques, compensando así el retraso de su entrada en la Alianza Atlántica.
La percepción de que ninguna de las partes puede obtener una victoria decisiva está ganando terreno entre los líderes europeos. Algunos funcionarios señalan que Zelensky debería considerar concesiones, una idea que parece impensable para muchos ucranianos tras la devastación causada por la invasión. Sin embargo, la presencia de tropas norcoreanas apoyando a Rusia ha incrementado la presión por un alto al fuego, especialmente ante el temor de que la administración Trump reduzca restrictivamente el apoyo a Kiev.
Turquía reconoce las complejidades de su propuesta, pero busca priorizar un alto al fuego estable antes de abordar el futuro de los territorios ocupados. Sin embargo, algunos aliados occidentales muestran su preocupación por el posible “efecto arrastre” del conflicto y comienzan a pensar si no sería más conveniente que Ucrania no ingresase en la Alianza Atlántica; esto supondría un respaldo para el plan de Turquía. Pese a todo, funcionarios turcos citados por Bloomberg ven muy difícil que Ucrania acepte una propuesta así, con cesión de territorios a su enemigo ruso.
Erdogan confía en poder convencer a Zelensky para que asista y participe en las conversaciones de paz en Estambul, apremiándole con las pesimistas perspectivas de que podría perder mucho más territorio en los próximo meses.
Estados Unidos, en un intento de reforzar la posición de Ucrania antes de un cambio de gobierno con Donald Trump en el Despacho Oval, habría autorizado ataques con misiles de largo alcance contra territorio ruso. Este movimiento busca fortalecer la posición negociadora de Zelenski, aunque también podría interpretarse como un respaldo a una estrategia que podría prolongar el conflicto.
Con un panorama incierto en el frente y divisiones entre los aliados de Ucrania sobre la mejor manera de proceder, el futuro de la guerra sigue siendo impredecible.