Tejada de la Fuente (Banco de España) pide a los clientes que también sean responsables en la toma de crédito
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El director general del Tesoro y Política Financiera, Pablo de Ramón-Laca, defiende que el crédito revolving es una modalidad que puede ser muy útil y tener un resultado “muy eficiente” si se da en condiciones de transparencia y concurrencia, donde juega un papel clave la regulación.
Así lo ha puesto de manifiesto durante el encuentro ‘El crédito revolving en el ordenamiento jurídico español’ organizado por ASNEF y el diario Expansión, en el que ha puesto en valor que “la vida de muchas personas ha mejorado” gracias al acceso de este tipo de financiación, más flexible, si bien ha advertido de que no está exenta de peligro.
“Puede ser peligroso si el consumidor no está plenamente informado o no tiene las nociones necesarias antes de firmar la dinámica de su endeudamiento o si se concede de forma irresponsable. La regulación sirve para que esa modalidad, que es muy útil, se pueda dar en condiciones de transparencia y concurrencia y la idea es que, si se maximizan la transparencia y la concurrencia, el resultado es muy eficiente”, ha explicado.
En este sentido, ha destacado que la nueva normativa sobre revolving, que entró en parte en vigor el pasado mes de enero, trata de garantizar que el consumidor esté perfectamente informado en cada momento del proceso de la firma para evitar un sobreendeudamiento, al tiempo que facilita al banco hacer su análisis de solvencia mediante orientaciones específicas.
“Todos sabemos que el banco quiere hacerlo de forma responsable, que el banco quiere servir a los clientes para quedárselos y que, en el futuro, ese cliente quiere contratar más servicios. Así que se le da más información y se mejoran las herramientas a su disposición para hacer un mejor análisis de solvencia”, ha señalado el director general del Tesoro.
Sobre la caída en la concesión de préstamos al consumo desde el inicio de la pandemia, De Ramón-Laca ha descartado que se deba a la nueva normativa. En su opinión, la respuesta de los consumidores de dejar de consumir y ahorrar en un momento tan extraordinario como el actual “es enteramente racional” y no puede atribuirse a un cambio en la regulación de la contratación de ciertos productos.
“La economía se puso en un coma inducido y el oxígeno y la alimentación de ese coma inducido era el crédito, pero el crédito a las empresas. Es normal que aumente mucho el ahorro de los hogares porque aumenta la incertidumbre y la expectativa de desempleo”, ha señalado.
EL BANCO DE ESPAÑA PIDE TAMBIÉN RESPONSABILIDAD A LOS CLIENTES
En el evento también ha participado el director del Departamento de Conducta de Entidades del Banco de España, Fernando Tejada de la Fuente, quien ha explicado que las tarjetas revolving tienen un mayor coste debido a que la flexibilidad con la que la entidad lo otorga conlleva unos riesgos para ella que tiene que cobrar al cliente, así como un mayor coste regulatorio que se traduce en tipos de interés más elevados.
En cualquier caso, cree que todavía hay espacio para mejorar la regulación sobre la transparencia en la comercialización de estas tarjetas y ha propuesto una revisión regular de la solvencia de los clientes, la emisión de las tarjetas en régimen de pago a fin de mes o aplazado por defecto o avanzar en que las cuotas fijas mínimas garanticen la sostenibilidad de los pagos, pues en ocasiones “no cubren ni siquiera la amortización del periodo”.
El representante del Banco de España ha insistido en la importancia de la educación financiera para evitar problemas con productos financieros complejos y ha hecho un llamamiento a la concienciación de los ciudadanos, incidiendo en su parte de responsabilidad al tomar un crédito.
“Hablamos mucho de la responsabilidad del banco al dar el crédito, pero también hay que hablar de responsabilidad en la toma de crédito, los ciudadanos no pueden ser víctimas de un autofraude”, ha advertido.
En este sentido, Tejada de la Fuente ha asegurado que hay clientes que engañan a las entidades de crédito en cuanto a sus ingresos o dan una información parcial incompleta que le impide hacer correctamente el ejercicio de evaluación de solvencia del usuario.
“En el camino de la educación financiera hay mucho por hacer para que los ciudadanos sean conscientes de la trascendencia que tiene que ellos mismos sean responsables en la dación de información cuando tienen que suscribir contratos de crédito”, ha sostenido.