En caso de que el PP los bloquee dos veces, se fijarán los objetivos más exigentes planteados en el Programa de Estabilidad de abril
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Senado debatirá y votará en el Pleno de esta próxima semana –previsiblemente el miércoles– los objetivos de estabilidad presupuestaria para el conjunto de las administraciones públicas, que podrían decaer si el Partido Popular hace valer su mayoría en la Cámara Baja para rechazarlos.
La mayoría absoluta del PP en el Senado podría poner en juego la aprobación definitiva de los objetivos de estabilidad presupuestarias, que ya fueron validados por el Congreso de los Diputados y que suponen el primer paso para la elaboración del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024.
Según la agenda de la Cámara Baja, en la misma sesión se debatirá el acuerdo por el que se remite a las Cortes el Plan de Reequilibrio, una hoja de ruta de la planificación presupuestaria para el próximo trienio.
La votación de estos objetivos se realizará con los Presupuestos de 2023 ya prorrogados porque el Ejecutivo no ha podido aprobar un proyecto de cuentas públicas antes del 1 de enero de 2024 por el calendario electoral y el posterior proceso de investidura.
Esto se ha producido así por el artículo 134 de la Constitución, donde se determina que si no se han aprobado unos Presupuestos antes del 1 de enero, se considerarán automáticamente prorrogados los del ejercicio anterior.
UN DÉFICIT DEL 3% CON LAS NUEVAS REGLAS FISCALES
La intención del Ministerio de Hacienda es aprobar la ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024 antes de abril. Para ello ya tiene listo el límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, del Presupuesto del Estado para 2024, que se eleva a 199.120 millones de euros, un 0,5% más con respecto al ejercicio anterior, incluyendo los fondos procedentes de la Unión Europea.
En la última reunión del Consejo de Política Fiscal con las comunidades autónomas, Hacienda propuso un déficit del 3% en 2024 para el conjunto de las Administraciones, del 2,7% en 2025 y del 2,5% en 2026.
En el caso de las autonomías se estableció un objetivo del 0,1% para 2024. Para 2025 y 2026, las comunidades buscarán el equilibrio presupuestario. Para las entidades locales también se acordó el equilibrio presupuestario (0%) del 2024 al 2026, mientras que para la Seguridad Social el déficit se fijó en un 0,2% para 2024, en 0,1% para 2025 y en el 0% para 2025.
Pero el techo de gasto no se vota en las Cortes, sólo los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública, que tendrán que estar alineados con las normas fiscales europeas, tras años suspendidas por la pandemia.
SI SE RECHAZA, EL GOBIERNO TENDRÁ QUE REMITIR UNOS NUEVOS EN UN MES
Según la Ley de Estabilidad Presupuestaria, si el Congreso o el Senado rechazan los objetivos, el Gobierno, en el plazo máximo de un mes, remitirá un nuevo acuerdo que se someterá al mismo procedimiento de tramitación.
Y es aquí donde aparece la mayoría absoluta del PP en el Senado y su capacidad de veto a dichos objetivos. El presidente del Senado, Pedro Rollán, ya avisó de que los ‘populares’ situarían a la Cámara Alta como un “contrapeso” al Gobierno de coalición.
De no aprobarse los objetivos hasta en dos ocasiones, según un informe de la Abogacía del Estado, los objetivos de estabilidad serían los recogidos en el Programa de Estabilidad remitidos a la Comisión Europea el pasado mes de abril, que son más exigentes para comunidades y ayuntamientos.
En concreto, los objetivos que se aplicarían si el PP rechaza en el Senado la senda del Gobierno fijan la estabilidad presupuestaria para comunidades autónomas y un superávit del 0,2% para ayuntamientos, lo que supone dar menos margen para el gasto de ambas Administraciones.
En caso de que las Cortes Generales aprueben definitivamente los objetivos planteados por el Gobierno, se tendría que volver a reunir el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Pero si se aplican finalmente los del Programa de Estabilidad de abril –más restrictivos– esa reunión no se produciría.