MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Las entidades aseguradoras no pueden dar cobertura a los riesgos económicos que se generan por una pandemia por sí solas, sino que requieren de la colaboración de las entidades públicas nacionales e internacionales, según concluye el estudio ‘Un Capital de Resiliencia ante futuras pandemias, posible únicamente desde un modelo de cobertura público-privada’ elaborado por el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) y la Fundación de Estudios Financieros (FEF).
El estudio cuantifica el coste de un Capital que cubriera los gastos fijos, en el caso de que se produjera una pandemia. Y desde la óptica del cumplimiento de los principios técnico-aseguradores de las compañías de seguros (mutualización o compensación, equidad, suficiencia y distribución de los riesgos), se concluye que las entidades aseguradoras, por sí solas, no pueden dar cobertura a los riesgos generados por una pandemia.
El elevado volumen obtenido para el Capital de Resiliencia que se deduce en el informe, hace que sea necesario que las entidades públicas, tanto nacionales como internacionales, colaboren en la creación de esta cobertura.
Para dar respuesta al problema económico derivado de la pandemia desde el sector asegurador, el estudio analiza l establecimiento a futuro de un capital de resiliencia mediante un sistema de colaboración público-privado.
Así, se analiza una metodología de cálculo que permitiría disponer de ese capital a las pymes y autónomos, en el caso de que se produjera una pandemia, partiendo de la premisa de que, bajo los modelos existentes, la cobertura del riesgo de pandemia, como riesgo sistémico, “no es asegurable sin poner en riesgo la solvencia de las entidades aseguradoras”.
Por ello, para ofrecer una cobertura al respecto, concluye que hay que buscar soluciones de financiación público-privadas.
“La experiencia reciente nos muestra que la investigación, la ciencia y las nuevas tecnologías harán que, en caso de producirse nuevas pandemias, las duraciones de las mismas sean menores a lo que históricamente se ha conocido. Esto avala la importancia de contar con un capital de resiliencia que permita aguantar a los agentes económicos”, señala IEAF-FEF.
El estudio cuantifica el coste de un capital que cubriera los gastos fijos, en el caso de que se produjera una pandemia. Desde la óptica del cumplimiento de los principios técnico-aseguradores de las compañías de seguros (mutualización o compensación, equidad, suficiencia y distribución de los riesgos), concluye que “las entidades aseguradoras, por sí solas, no pueden dar cobertura a los riesgos generados por una pandemia”.
“El elevado volumen obtenido para el capital de resiliencia que se deduce en el informe hace que sea necesario que las entidades públicas, tanto nacionales como internacionales, colaboren en la creación de esta cobertura”, asegura IEAF-FEF.