MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El desplome de la actividad turística en el segundo trimestre del año, junto al aumento de rebrotes y altas tasas de contagios y el retraso del inicio de la llegada de turistas a España han llevado a la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) a revisar a la baja la actividad turística prevista para el año 2021 y cifrar el cierre del año en unos 81.080 millones de euros, un 47,5% inferior a los 154.487 millones de euros de 2019.
De cumplirse este escenario, el PIB turístico español al cierre de 2021 sería de 72.514 millones de euros, por debajo del de 2019, aunque mejora parcialmente los 53.000 millones de euros con los que cerró 2020.
La escasa demanda turística del segundo trimestre se ha visto limitada a los viajes de negocios y al inicio de algunas ferias (FITUR), unido a una demanda española que a partir del fin del estado de alarma el 9 de mayo ha favorecido los viajes a destinos peninsulares de la costa y del interior (la estancia cae un 17%) y a la demanda de alemanes, franceses y centroeuropeos de países de menor tamaño (suizos, luxemburgueses) desde junio.
Ante esa situación, la mayoría de empresarios turísticos aspiran con muchas cautelas a una reactivación de sus ventas en todos los subsectores de la cadena de valor turística en los próximos meses de verano, si bien estarán aún muy lejos de los niveles de 2019 y de poderse vislumbrar una clara tendencia de recuperación sin potenciales sobresaltos en el camino.
En concreto, el segunto trimestre de 2021 cierra con un nuevo desplome del PIB turístico del 69% en comparación con el de 2019, aunque existe una tendencia de reactivación, ya que junio marca una caída del 58%.
EL SECTOR DEL TRANSPORTE, EL MÁS BENEFICIADO
Las compañías de transporte fueron los primeros en notar la reactivación de los viajes por el levantamiento de lasrestricciones de movilidad con una caída de las ventas del 62,4% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo de 2019, mientras los hoteles urbanos mejoran ligeramente (-69,9%).
Por el contrario, son los hoteles vacacionales (-80% de abril y mayo al -55,8% en junio) y las agencias de viajes (de -85% a – 67%) los que más notan la recuperación a partir de junio a cargo de la demanda española y por el inicio de las llegadas desde algunos mercados externos.
Por comunidades autónomas, las del norte, impulsadas por el Camino de Santiago, y de interior, más dependientes de la demanda española, experimentan notables reactivaciones de sus ventas tras el fin del estado de alarma en mayo y, sobre todo, en junio.
Sin embargo, las regiones y destinos más dependientes de la demanda extranjera como Madrid (-75,3%), País Vasco (-72,8%), Canarias (-71,5%), Baleares (-68,4%), Andalucía (-70,3%), Comunidad Valenciana (-70,1%) y Cataluña (-65,4%) siguen sufriendo caídas intensa en el segundo trimestre con respecto al mismo periodo de 2019, a pesar de una tímida reacción en sus últimos días.
Según Exceltur, el inicio de la temporada veraniega mejora algo el empleo turístico, pero aún registra en junio 527.000 trabajadores del sector afectados por la pandemia, 245.000 en ERTES y 280.000 personas afiliadas menos. Ello supone un 24,9% menos que en 2019, muy lejos de la ligera creación de empleo (0,6%) que ya refleja en este mismo periodo el resto de los sectores de la economía española.
MEDIDAS PARA REACTIVAR LA TEMPORADA DE VERANO
Por ello, Exceltur propone un conjunto de medidas para reactivar el turismo de cara al verano entre las que se encuentran acelerar la vacunación priorizando a los jóvenes, asegurar el alcance adecuado del Certificado Verde Digital de la UE, procurar acuerdos bilaterales con mercados turísticos fuera del espacio Schengen.
De forma destacada, el organismo reclama al Gobierno reforzar la inversión en campañas promocionales y una “urgente” campaña de comunicación en los principales países europeos que han promulgado recomendaciones en contra de viajar a España.
También solicita la extensión de los ERTE hasta finales de 2021 , facilitar las condiciones de acceso y elevando la dotación de las ayudas directas a fondo perdido específicas para el sector, acelerar la gestión de la SEPI y facilitar extender las condiciones de repago de créditos ICO.
Además, propone impulsar un PERTE específico para el sector turístico de cara a priorizar y transformar integralmente los destinos maduros.