MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Los pescadores europeos, agrupados en la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA), organización de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (Cepesca), han instado a la Comisión Europea a retrasar hasta después de las próximas elecciones europeas la votación prevista para este miércoles, en la que los Estados miembros deben decidir sobre la creación de zonas totalmente prohibidas para la pesca y que representarían el 10% de las aguas de la UE.
Y es que, en opinión del sector, este cierre “se dictaminaría no para proteger hábitats ecológicamente sensibles, sino para alcanzar objetivos políticos”. Pero, según la Comisión, el propósito real es situar el 10% del fondo marino de la UE en “zonas de referencia” libres de cualquier presión humana para evaluar su variabilidad natural.
Así, el aplazamiento solicitado por EBFA se basa en varios argumentos: la falta de evaluación de impacto de las actividades pesqueras, la próxima revisión de la Ley que fija estos objetivos y el actual período político transitorio. Según explica el presidente de EBFA, Iván López, “estas decisiones debería tomarlas la nueva Comisión que surja después de las elecciones, sobre la base de un nuevo mandato político y analizadas por el nuevo Parlamento”.
MOTIVACIÓN POLÍTICA
“Hacerlo ahora, renunciando a cualquier control democrático por parte del Parlamento y bajo la dirección de un comisario saliente que es candidato al próximo Parlamento, nos hace temer que la única razón detrás de esto sea política”, defiende López.
Para ponerlo en contexto, cabe recordar que el origen de la votación es la antigua Directiva marco sobre la estrategia marina de la UE (DMEM), del año 2008, cuyo objetivo es proteger el medio marino y lograr un buen estado medioambiental (GES) en todas las cuencas marinas, medido según diferentes indicadores cualitativos.
A falta de recomendaciones científicas preexistentes sobre lo que podría constituir un GES, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea ha liderado numerosos trabajos y debates durante varios años. Sin embargo, los expertos científicos no han podido definir claramente los parámetros e indicadores asociados a este objetivo.
NUEVO DEBATE
“Dada la imposibilidad operativa de lograr los objetivos de esta antigua Directiva, la Comisión Europea debería haber iniciado un nuevo debate con las instituciones europeas en lugar de experimentar con políticas. Esto es especialmente relevante, dado que la Comisión abrió un proceso de consulta a finales de 2021 para revisar la Directiva”, explica López.
Así las cosas, la EBFA sostiene que la propuesta sometida a votación no permite priorizar el tipo de hábitat a proteger ni permitiría tener en cuenta ninguna actividad pesquera. Por tanto, “la prohibición se aplicaría a todos los artes de pesca que operan en contacto con el fondo, independientemente de sus características y efectos, que, sin embargo, son muy diferentes”, alega la alianza.
Por último, el sector afirma que, en un momento en el que se están designando miles de kilómetros cuadrados para parques eólicos marinos, es “desproporcionado imponer pérdidas adicionales de caladeros sin objetivos ecológicos claros y basados en datos”.
Además, la EBFA critica que no se haya realizado ninguna evaluación de impacto socioeconómico, a pesar de ser requerido por ley y del “innegable impacto que la propuesta tendrá en todas las empresas pesqueras y en la cadena de suministro”.