MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La Oficina para Mercados de Gas y Electricidad (Ofgem, por su acrónimo en inglés) ha propuesto una reducción del nivel de beneficios que obtienen las empresas operadoras de redes eléctricas en el país para el periodo 2023-2028 para mantener los costes que pagan los consumidores, según el borrador del nuevo marco regulatorio publicado este miércoles.
De acuerdo con el documento, la Ofgem tiene previsto limitar el retorno sobre capital (los beneficios) de este tipo de empresas eléctricas al 4,75%. En el marco actual de regulación, el límite de beneficios está situado entre el 6% y el 6,4%.
Asimismo, la batería de medidas del regulador incluye un máximo agregado para el conjunto de operadores de 20.900 millones de libras (24.160 millones de euros) para invertir en mantenimiento y mejoras de resiliencia. Esto supone una reducción del 17% respecto a lo que habían propuesto inicialmente las empresas.
“Estamos decididos a lograr el mejor acuerdo para los consumidores y las propuestas que hemos publicado hoy significan que se podrán hacer inversiones adicionales sustanciosos para lograr el cero neto sin tener ninguna presión en las facturas”, ha indicado el máximo responsable de la Oficina, Jonathan Brearley.
El regulador ha explicado que los costes de distribución eléctrica son pagados por los consumidores, que ya están afrontando una “presión extraordinaria” en sus facturas eléctricas.
“La Ofgem está decidida a lograr el mejor acuerdo posible para los consumidores y propone objetivos de eficiencia más duros para las redes junto con una reducción marcada de su retorno máximo permitido, lo que significa que menos dinero de los consumidores va a los beneficios de las empresas”, ha subrayado la Oficina en un comunicado.
Existen un total de 14 operadores de redes de distribución eléctricas en Reino Unido, que a su vez son propiedad de seis empresas: Electricity North West, UK Power Networks, Western Power Distributon, Northern Powergrid, SP Energy Networs y Scottish and Southern Electricity Networs.
Actualmente, los hogares británicos pagan en torno a 100 libras (115,6 euros) al año en cuestión de costes de operativa, mantenimiento y refuerzo de las redes eléctricas. La Ofgem aspira con estas medidas a mantener en ese nivel el coste que deben afrontar los hogares.