BRUSELAS, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha advertido este viernes de que si la inflación se convierte en parte de las perspectivas económicas ” a medio plazo, será malo” y será “difícil” mantener los estándares de vida por el alza de los costes.
Así lo ha manifestado en una intervención ante la prensa a su entrada a la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en la que Donohoe ha indicado que “los bancos centrales en el mundo y en Europa toman medidas para evitar que eso pase” y ha expuesto la necesidad de poner en marcha medidas “para evitar que esta presión se convierta en parte de nuestras perspectivas medio plazo” y se “quede incrustado en nuestra economía”.
A este respecto, el presidente del Eurogrupo se ha mostrado confiado de que se logrará un “consenso” sobre las políticas presupuestarias para la zona euro y “pondremos en marcha las medidas necesarias para mostrar la fortaleza de la eurozona y del euro”, ha dicho.
En el marco del encuentro en el que los líderes de la Unión Europea abordarán los riesgos del alza de la inflación para las perspectivas económicas del mercado comunitario así como las medidas para evitar su impacto negativo, Donohoe ha apuntado que si la inflación se convierte en una “parte real” de la economía en los próximos años, los retos para los bancos centrales y los gobiernos serán más complejos. También ha subrayado que “la historia muestra” que si la inflación se convierte en un fenómeno “plurianual” tendrá repercusiones reales para el coste de vida de los ciudadanos.
En este sentido, la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, ha prevenido acerca de que aunque “inyectar más dinero en los bolsillos de los ciudadanos” parezca “la solución más fácil” en un contexto de inflación como el actual solo haría que esta aumentase. “Es algo que tenemos que discutir y también ser sinceros con los ciudadanos de que hacerlo no resolvería el problema”, ha añadido.
El primer ministro de Letonia, Arturs Karins Krisjanis, ha hecho hincapié en que “la presión inflacionista está causada por la guerra rusa en Ucrania” y ha defendido que la mejor manera de hacer bajar los precios de la energía es que cese el conflicto, si bien ha reconocido que esto probablemente no ocurrirá en el corto plazo.
Además, preguntado sobre si Europa se dirige a una recesión, ha incidido en que “los ucranianos están pagando ahora con sus vidas mientras que los europeos están pagando con sus carteras así que es difícil compararlo”.
El presidente del Eurogrupo ha recordado que las perspectivas económicas planean que la economía de la Eurozona crecerá en el presente ejercicio y ha señalado los riesgos de la inflación y del precio de la energía para el próximo año, por lo que ha instado a los Gobiernos de los Estados miembro a poner en marcha medidas para paliar esta situación.
El primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger, ha advertido de que “tenemos que darnos cuenta de que la inflación estará con nosotros durante un largo periodo, por eso es importante dar con soluciones a nivel nacional”.
En este sentido, el primer ministro eslovaco ha apelado a “pensar en la sostenibilidad de las finanzas públicas” y ha puesto el foco en que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia del COVID “cuesta mucho dinero”, por lo que ha defendido “pensar dos veces lo que hacemos ahora”.
Heger ha recordado que Eslovaquía ha acordado con los productores de energía nuclear para garantizar un nivel de precios para 2023 y 2024, si bien ha incidido en que no se trata de poner un tope al precio de la electricidad, la medida ayudará a mantener los precios más bajos para los consumidores.
Por su parte, el primer ministro belga, Alexander de Croo, ha advertido de que los europeos podrían enfrentarse a “un invierno difícil” y por ello ha apostado por afrotarlo “unidos”. Actuando de manera dispersa, ha advertido, “no vamos a conseguirlo y todos vamos a sufrir los efectos negativos”.
En este sentido, se ha mostrado partidario de hacer compras conjuntas, establecer un techo a los precios del gas y “coordinarse mejor”.
Por su parte, el primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic, ha manifestado su satisfacción por que los Veintisete respalden la adhesión del país a la moneda única, convirtiéndose en el vigésimo miembro de la eurozona, lo que será una “fuerte” señal para el país y su economía.