MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La actividad de las fábricas españolas volvió a deteriorarse en octubre, según refleja el índice de gestores de compra (PMI), que bajó hasta los 44,7 puntos desde los 49 de septiembre, lo que supone su cuarta contracción mensual consecutiva y su peor lectura desde mayo de 2020, según S&P Global Market Intelligence.
En el mes de octubre, el empeoramiento de las condiciones operativas estuvo estrechamente ligado a las caídas de la producción y de los nuevos pedidos ante el impacto de la incertidumbre de los clientes y unas condiciones del mercado “enormemente desafiantes”, no solo a nivel nacional, sino también en el extranjero, lo que provocó la octava caída consecutiva de los nuevos pedidos de exportación.
Las empresas encuestadas mencionaron la inflación como un factor con un fuerte impacto negativo en la demanda del mercado. En este sentido, los fabricantes españoles volvieron a subir los precios de venta a una tasa históricamente elevada, aunque mucho menor que en septiembre.
“La economía manufacturera de España sufrió un doble desplome, tanto en la producción como en los nuevos pedidos en octubre, registrando declives no observados desde los confinamientos provocados por la pandemia en 2020 y, antes de esto, la crisis de deuda de la zonaeuro en 2012”, indicó Paul Smith, economista de S&P Global MarketIntelligence.
Por otro lado, las empresas españolas optaron en octubre por reducir sus plantillas, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja del nivel de empleo manufacturero. De hecho, la tasa de contracción del empleo fue la más rápida observada desde junio de 2020, ante la combinación de exceso de capacidad y el pesimismo creciente respecto del futuro.
“Las empresas respondieron recortando drásticamente la actividad de compras y los puestos de trabajo, especialmente debido a que estos momentos no se vislumbra un itinerario claro para la crisis”, añadió Smith, advirtiendo de que las expectativas alta inflación y la incertidumbre económica persistirán en los próximos meses.