La subida de los precios impulsa la recuperación de las principales economías exportadoras de crudo.
Es el caso de Arabia Saudí, el mayor país vendedor de petróleo, cuyo PIB se dispara un 9,9% anual en el primer trimestre del año, gracias a un aumento de más del 20% de las actividades petroleras. Según su Autoridad General de Estadísticas, es el mayor crecimiento del país en casi 10 años. Riad incrementó sus exportaciones de crudo un 90% interanual entre enero y marzo, hasta 35.600 millones de dólares.
Además de las actividades de crudo y gas natural, destacan las de refino, que crecen un 17% trimestral, aunque disminuyen un 2,7% interanual. Los datos dan un balón de oxígeno a la economía saudí, afectada por el desplome de los precios en 2020 y ahora por ese rebote de los precios.