El precio del petróleo registró el jueves su mayor aumento diario en casi un año, impulsado por la preocupación de que Israel pueda atacar las instalaciones petroleras de Irán como represalia por el reciente bombardeo de misiles; el viernes amanece más estable. El crudo Brent cotizaba por debajo de los 78 dólares por barril este viernes, tras haber subido un 5% el día anterior. Esto ocurrió luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, revelara que su gobierno estaba debatiendo si apoyaría una posible ofensiva israelí contra la infraestructura energética iraní. Sin embargo, un alto funcionario estadounidense comentó que las conversaciones con Israel aún continuaban y que no se había tomado una decisión definitiva.
El crudo West Texas Intermediate (WTI) también mostró una ligera corrección, ubicándose por debajo de los 74 dólares por barril. Ambos índices de referencia han experimentado un incremento cercano al 8% durante esta semana, el mayor aumento desde principios de 2023. Esto refleja la creciente incertidumbre en los mercados por el riesgo de interrupciones en el suministro de petróleo desde Oriente Medio, una región clave en la producción global de crudo.
La escalada de tensiones entre Israel e Irán, que se ha intensificado en el último año con enfrentamientos directos y a través de grupos aliados de Teherán en Gaza, Líbano y Yemen, ha aumentado los temores de que un conflicto mayor podría impactar el suministro energético global. Se intensificaron después de que Irán disparara una andanada de misiles contra Israel a principios de esta semana, en represalia por las recientes operaciones israelíes contra Hezbolá en el Líbano. Ante esta situación, el G7 instó a los países involucrados a actuar con moderación para evitar una mayor escalada del conflicto. Según estimaciones de Citigroup Inc., un ataque de gran envergadura por parte de Israel a la infraestructura petrolera iraní podría reducir el suministro global en hasta 1,5 millones de barriles por día. Incluso si se tratara de ataques más limitados, se calcula que el mercado perdería entre 300.000 y 450.000 barriles diarios, refleja Bloomberg.
Aparte de los temores sobre el impacto directo de una ofensiva israelí, también existe la preocupación de que Irán incremente las tensiones atacando infraestructuras energéticas en otros países del Golfo Pérsico o bloqueando el Estrecho de Ormuz, una vía estratégica por la que pasa una parte significativa del crudo mundial. De acuerdo con Clearview Energy Partners, una interrupción en el flujo de petróleo a través de este estrecho podría elevar el precio del crudo entre 13 y 28 dólares por barril, lo que generaría un shock importante en los mercados energéticos.
A pesar de las crecientes tensiones, hay expertos que se muestran escépticos sobre la posibilidad de un ataque significativo por parte de Israel a las instalaciones petroleras de Irán. Sin embargo, los mercados de opciones están enviando señales de alerta, ya que los inversores anticipan que los precios del petróleo podrían subir aún más si la situación se deteriora. Las opciones de compra de crudo Brent, que se benefician de un aumento en los precios, registraron su prima más amplia en comparación con las opciones de venta en más de un año. Además, la volatilidad implícita en los precios del crudo también se ha disparado, reflejando la incertidumbre que rodea el conflicto entre Israel e Irán y su posible impacto en los mercados globales.
A medida que los analistas evalúan los posibles escenarios, las preocupaciones sobre las rutas de suministro y los posibles daños colaterales en el Golfo Pérsico seguirán afectando la estabilidad del precio del petróleo. Una escalada mayor en Oriente Medio podría desencadenar aumentos adicionales en los precios del crudo y agudizar las tensiones geopolíticas globales.