MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha acentuado una retórica más conservadora del ‘guardián del euro’ respecto de la empleada ayer por el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, quien sí dejo entrever la posibilidad de próximas rebajas de los tipos de interés, mientras que a este lado del Atlántico ni siquiera se debatió tal posibilidad.
En la rueda de prensa posterior al conclave del Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha defendido que “no hay que bajar la guardia”, ya que las nuevas previsiones del BCE apuntan a que la inflación aún será del 2,1% en 2025, aclarando que el órgano rector de la entidad “no discutió ningún recorte de tipos”.
En este sentido, Pablo Duarte, analista senior del instituto de investigación de Flossbach von Storch, destaca que, mientras que la Fed dejó ayer ver su intención de recortar las tasas de interés en 2024, el BCE se mantuvo más conservador al indicar que espera un repunte temporal en la inflación y que mantendrá su estrategia restrictiva.
“A diferencia de la Fed, el BCE no cambió su retórica. De hecho, dijo que la presión inflacionista se mantiene alta y confirmó que la meta de inflación del 2% no se alcanzará antes de 2025 y que no es momento de bajar la guardia en la lucha contra la inflación”, destacó.
En una línea similar, Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, apunta que, al margen de la rebaja en las perspectivas de inflación publicadas, el BCE ha rechazado la posibilidad de plantearse un cambio en su postura al indicar explícitamente que “no se habló de recortes de tipos”.
Sin embargo, para la experta, dadas las frágiles perspectivas económicas para la zona euro, también debe quedar claro que las expectativas de recortes de tipos siguen siendo fuertes y continúa esperando una primera bajada de tipos en junio de 2024.
De su lado, los analistas de Ebury apuntan que la divergencia bastante notable en las comunicaciones de los bancos centrales a ambos lados del Atlántico “resulta por ahora negativa para el dólar”.
“Mientras que el BCE y el Banco de Inglaterra se mantienen firmes e indican que la bajada de tipos aún está lejos, la Reserva Federal ha animado activamente a los mercados a apostar por un ritmo más agresivo de relajación de la política monetaria estadounidense. El tiempo dirá quién tiene razón, pero por ahora esto es claramente negativo para el dólar”, sostienen.
Asimismo, desde T. Rowe Price, Tomasz Wieladek destaca que las previsiones del BCE apoyan claramente una política monetaria restrictiva y son una clara señal de que mantendrá los tipos en el actual nivel durante algún tiempo. “En otras palabras, es la forma que tiene el BCE de decir a los mercados financieros que se ha dado demasiada importancia al débil dato del IPC de noviembre”, apostilla.