MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La firma La Française AM (LFAM) señala en un informe acerca de las perspectivas en el mercado de crédito de alto riesgo (‘high yield’, en la jerga del sector, que implica asumir un mayor riesgo a costa de recibir un mejor rendimiento) que espera unas rentabilidades de entre el 5% y el 7% para el escenario global en 2024.
El informe, firmado por el director de inversiones ‘high yield’ de la entidad, Akram Gharbi, explica que históricamente, con arreglo a los últimos seis ciclos monetarios en Estados Unidos desde 1995, el rendimiento de este mercado ha sido “sistemáticamente positivo cuando la Reserva Federal (Fed) ha puesto fin al endurecimiento de la política monetaria”.
De manera más concreta, desde la firma han señalado que, aunque las oportunidades en este mercado “son cada vez más escasas”, siguen viendo algunas en emisores europeos y -especialmente- estadounidenses en los sectores de servicios, sanidad, tecnología, medios y telecomunicaciones, así como en deuda bancaria, que presenta una mejor prima frente a la deuda corporativa.
Por geografías, se mantienen alejados de los mercados emergentes porque la valoración no es atractiva en comparación con el mercado de crédito de alto rendimiento estadounidense, ya que la curva de rendimientos es más provechosa con oportunidades en duraciones de 5 a 7 años en emisores de alta calidad.
Con todo, han alertado a su vez de que esperan que las tasas de impago aumenten en Europa con respecto a los niveles de 2023 y se mantengan relativamente estables en Estados Unidos, si bien ese aumento de la mora no sería “masivo” porque la situación financiera de las empresas (apalancamiento, liquidez, etc.) “sigue siendo bastante buena en comparación con ciclos anteriores”.
Por otra parte, este segmento del mercado de deuda, al igual que la mayor parte de la economía en su conjunto, presenta como riesgos los conflictos geopolíticos latentes y el gran número de ciclos electorales que están por venir en 2024.
“Con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, se cierne la amenaza de un regreso de Trump, en cuyo caso, el impacto sobre los diferenciales sería mayor en los mercados emergentes y europeos que en los mercados de crédito del país estadounidense”, ha expresado el informe.
OPORTUNIDAD EN LOS ‘COCOS’, SEGÚN JUPITER AM
El gestor de inversiones y jefe de análisis de crédito de Jupiter AM, Luca Evangelisti, ha apuntado que los CoCos (bonos híbridos entre deuda y capital que se pueden convertir en acciones de la entidad emisora; es un tipo de deuda AT1) emitidos durante los últimos meses “encierran potencial para generar elevadas rentabilidades durante los próximos años”.
El ejecutivo ha expresado su confianza en este clase de activos pese al periodo turbulento posterior al hundimiento de Credit Suisse, ya que entonces los poseedores de CoCos perdieron toda su inversión.
Ligado a esto, desde Jupiter AM han destacado los beneficios que ofrecen bancos europeos para dichos activos que, “a pesar de estar cerca de máximos, los márgenes de los bancos europeos son actualmente muy atractivos y dan impulso a los beneficios del sector”.
El propio Evangelisti ha apuntado que, dentro del universo de la renta fija, los CoCos han sufrido una presión vendedora mayor que otros instrumentos, lo que se tradujo en un peor comportamiento frente a los bonos Tier 2 y sénior de los bancos.
Con todo, ha sostenido que los CoCos siguen constituyendo una “atractiva oportunidad” de inversión debido a “su alta dosis de carry, el elevado punto de equilibrio de las emisiones recientes y la posibilidad de nuevos estrechamientos de los diferenciales” hasta acercarse, o incluso situarse por debajo, de los diferenciales de los bonos corporativos ‘high yield’.
BANK OF AMERICA DESCONFÍA POR EL AJUSTE MONETARIO
Bank of America (BofA) ha expresado sus dudas respecto al sentir optimista del mercado, que prevé tempranos e intensos recortes de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales, ya que “la historia sugiere que el impacto negativo total del ajuste monetario aún está por llegar”.
La compañía ha explicado que el fuerte endurecimiento de las condiciones crediticias el año pasado se produjo antes de lo que habría sugerido el típico desfase de 18 meses entre el ajuste monetario y la debilidad del ciclo crediticio, ya que mediaron factores exógenos como la flexibilidad fiscal.
Por lo tanto, desde el BofA han considerado que, si bien los recientes signos de mejora del ciclo crediticio han alimentado el sentimiento optimista del mercado, la esperanza de un giro positivo en el ciclo crediticio en el primer semestre de este año “se verá defraudada”.