MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos se situó en el 3,2% interanual en el mes de febrero, lo que implica una aceleración de una décima respecto al dato de enero, según ha informado la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo del país.
De su lado, el índice subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el segundo mes de 2024 con un incremento del 3,8%, una décima menos desde el mes anterior y su menor marca desde finales de 2021.
Por su parte, los alimentos se encarecieron un 2,2% interanual, mientras que la energía fue en enero un 1,9% más barata que doce meses antes.
El dato de febrero podría complicar la normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ya que el repunte del dato general y un descenso menor del previsto por los analistas para la subyacente apunta a un posible “enquistamiento” de la inflación.
En tasas mensuales, la variable general del índice avanzó cuatro décimas desde las tres décimas de enero, al tiempo que la subyacente se mantuvo al 0,4%, en línea con el registro inmediatamente previo.
POLÍTICA MONETARIA
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed decidió en enero dejar los tipos de interés en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, en máximos desde enero de 2001.
De este modo, la institución mantuvo sin cambios su política monetaria por cuarta reunión consecutiva tras la última subida de 25 puntos básicos del precio del dinero acometida el pasado mes de julio.
“El Comité continuará evaluando atentamente la información entrante, el entorno cambiante y el equilibrio de riesgos [entre el empleo y la inflación]”, indicó el banco central, que calificó entonces el cuadro macroeconómico de “incierto”.
No obstante, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó el pasado jueves en su comparecencia semianual ante el Senado estadounidense que el órgano que dirige “no se encontraba lejos” de contar con la confianza necesaria para certificar que la inflación está en su senda de convergencia con el objetivo del 2%, tras lo que se abriría la puerta a una bajada de tipos de interés.