MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El importe de las licitaciones de consultoría y servicios TI en los tres niveles de la administración –estatal, autonómica y local– aumentó un 70% el año pasado, hasta los 4.405 millones de euros, según datos publicados este miércoles por la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC).
La Administración General del Estado (AGE) es la que más ha licitado en 2021 con 2.081 millones de euros, lo que supone un 111,15% más en comparación con el año anterior. Le siguen las comunidades autónomas, que han licitado por valor de 1.689 millones, casi un 50% más que en 2020, en tanto que las entidades locales han alcanzado 618 millones de euros, un 32% más.
Las instituciones comunitarias, por su parte, han incrementado las cifras de 2020 en un 582% hasta los 16,52 millones.
Por comunidades autónomas, Cataluña encabeza el ranking por importe licitado, con 322,39 millones de euros, seguida de País Vasco y la Comunidad de Madrid, con 296 y 278,26 millones de euros.
Estas regiones, junto a Andalucía y Comunidad Valenciana, representan el 73% del importe total de servicios licitados por las comunidades autónomas.
Los servicios de consultoría crecieron en 2021 casi un 150% hasta los 278 millones de euros, mientras que los servicios de ‘outsourcing’ mantienen un año más su liderazgo con 2.366 millones, casi un 25% más que en 2020.
Los proyectos de desarrollo e integración son los que más han crecido, casi un 285% respecto al año anterior, superando los 1.582 millones de euros.
“El notable aumento del importe de licitaciones de servicios TI en 2021 pone de manifiesto el importante papel que desempeña el sector de la consultoría en la digitalización de las Administraciones Públicas. Desde la AEC esperamos que esta colaboración sea cada vez más estrecha y que las instituciones públicas sigan confiando en las consultoras para acelerar su modernización, y aprovechar al máximo los fondos para la recuperación económica”, ha señalado la AEC, Elena Salgado.
El informe revela que el criterio precio continúa siendo predominante en la mayoría de las licitaciones, por encima de la calidad, la solvencia técnica y el contenido innovador de las propuestas.
De hecho, este ponderaba por encima del 50% hasta en un 66,89% de las licitaciones en las que se han identificado los criterios de valoración.