Nuevo giro de tuerca del Gobierno. Hacienda anuncia que rectifica la medida pero en realidad lo que hace es dejar en un “comité de expertos” la toma de la decisión tras un informe que deberá elaborar. La noticia adelantada por El País del cambio de criterio del Ministerio de Hacienda viene tras toda una jornada de protestas en redes sociales y del resto de partidos políticos. Desde Íñigo Errejón hasta Pablo Casado.
Según fuentes cercanas al Gobierno, no se está planteando la supresión de la reducción fiscal por tributación conjunta, ni esta medida figura en el componente dedicado a las reformas tributarias del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas.
En concreto, según estas fuentes, lo que aparece en el Anexo IV del Plan, dedicado al “Análisis sectorial de aspectos de igualdad de género y oportunidades” se refiere al estudio realizado por la Airef en julio de 2020, que llegó a la conclusión de que, en su actual configuración, esta reducción generaba un “desincentivo a la participación laboral de los segundos perceptores de renta (principalmente mujeres de rentas bajas) lo que acentúa los problemas de brecha de género de la economía española”. Igualmente, la Airef proponía “acelerar su paulatina desaparición mediante el establecimiento de un régimen transitorio”.
Tras esta jornada en la que se conocieron las intenciones del Ejecutivo, lo que hará el Gobierno, y así lo indica expresamente el apartado dedicado a las reformas fiscales, es evaluar las recomendaciones de la Airef y analizar la eficacia y eficiencia de los incentivos fiscales vigentes. Para ello, también se ha creado un grupo de expertos que emitirá su informe en febrero del año 2022. Será en ese momento cuando se planteará qué medidas fiscales son más adecuadas para adecuar nuestro sistema tributario al siglo XXI e impulsar el crecimiento y la creación de empleo.
Por tanto, el Gobierno lo que va a estudiar, según estas fuentes, y con el asesoramiento técnico de los expertos, es la forma de evitar que esta reducción fiscal acentúe la brecha de género existente en el mercado laboral, sin que en ningún caso esta posible reforma tributaria vaya a suponer un aumento de la carga fiscal de las familias, extremo difícil de conjugar con la eliminación de la desgravación, si finalmente se produce.