Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del Grupo de los Siete (G7) se reúnen este lunes y martes en Italia para abordar dos cuestiones clave: el respaldo continuo a Ucrania y el aumento de presión sobre China, tras acusaciones de que Pekín ha intensificado su apoyo a Rusia en su guerra contra Ucrania, según publica Bloomberg en exclusiva.
China bajo la lupa
Según un borrador preliminar del comunicado, al que tuvo acceso Bloomberg, los aliados del G7 planean anunciar “medidas apropiadas, consistentes con nuestros sistemas legales, contra actores en China y en otros países” que respalden el “aparato bélico” de Rusia en Ucrania. Este enfoque refleja una postura más firme que la adoptada en la última reunión de ministros en abril, cuando solo se instó a China a “asegurarse” de que detuviera su apoyo a Rusia mediante armas de uso dual.
En julio, la OTAN calificó a China como un “facilitador decisivo” de la guerra de Rusia en Ucrania. Si el lenguaje del borrador se mantiene, marcaría una escalada significativa en la presión hacia Pekín. China y Rusia han intensificado sus relaciones desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Medidas contra la evasión de sanciones
Además, el G7 pretende reforzar las restricciones sobre los ingresos rusos provenientes de la energía, los metales y otras materias primas. Una de las principales áreas de acción será el combate a la “flota en la sombra” de petroleros que Rusia ha empleado para evadir las sanciones y los topes de precios impuestos a su petróleo.
La Unión Europea ya ha adelantado planes para endurecer las sanciones contra esta flota antes de que finalice el año. Sin embargo, el borrador del comunicado aún podría sufrir modificaciones antes de su publicación oficial.
Advertencias sobre China y Corea del Norte
En la reunión de ministros de la Unión Europea la semana pasada, la canciller alemana Annalena Baerbock advirtió de que el apoyo de China a Rusia “tendrá consecuencias”. Esta preocupación se intensificó tras un informe de julio que indicaba que empresas chinas y rusas están desarrollando un dron de ataque similar a un modelo iraní utilizado en Ucrania, lo que sugiere que Pekín podría estar acercándose a brindar ayuda letal directa a Moscú.
El borrador también condena la supuesta presencia de soldados norcoreanos en el conflicto en Ucrania, calificándola como una “peligrosa expansión del conflicto”. Asimismo, expresa preocupación por la transferencia de tecnología nuclear a Corea del Norte y llama a una desescalada en Medio Oriente.
En paralelo, Estados Unidos ha aprobado el uso de armas de largo alcance contra Rusia, pero no se espera un consenso en el comunicado final del G7 debido a la oposición de países como Italia. Roma insiste en que las armas suministradas a Ucrania deben usarse únicamente con fines defensivos, una postura que contrasta con la de Washington.
Contexto político internacional
El endurecimiento de las posturas llega en un momento crucial, ya que Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos en enero. Durante su campaña, Trump expresó dudas sobre el apoyo estadounidense a Ucrania y afirmó que podría terminar la guerra rápidamente, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del respaldo occidental a Kiev.
El comunicado final del G7 será observado de cerca, ya que marcará el tono de la cooperación internacional frente a los desafíos planteados por la guerra en Ucrania y el papel de potencias como China y Corea del Norte en el conflicto global.