El desafío del BCE: balancear el crecimiento y la inflación en una Europa dividida. Santiago Carbó
El IPC de Alemania se ha moderado al 2.2% en junio. Santiago Carbó, director de Economía Española en Funcas señala que existe un factor histórico muy importante dentro de la sociedad germana hacía una aversión a la inflación debido a experiencias pasadas. Aunque todo el mundo se oponen a la inflación, en este caso hay un recuerdo que influye en sus políticas actuales.
Así mismo, Carbó destaca que el impacto de la subida de los tipos de interés y los cambios en el precio del gas, junto con la transformación del modelo industrial, «han reducido la demanda». Esta disminución de la demanda ha contribuido a la moderación de la inflación, acercándola más rápidamente al objetivo deseado. Además, sostiene que el efecto base también ha jugado un papel importante, ya que la comparación con una inflación más alta del año anterior muestra una reducción.
Alemania ha enfrentado dificultades debido a la crisis de Ucrania y las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE). El ajuste ha sido más marcado en comparación con España, cuya economía basada en servicios ha contado con una fuerte demanda, especialmente en el sector turístico. Por el contrario, Berlín ha experimentado un freno en su crecimiento, lo que ha contribuido a la reducción de la inflación. Este resalta que Alemania sigue siendo el motor económico de Europa y su influencia en el BCE siempre ha sido significativa, algo que se muestra en que la filosofía de lucha contra la inflación del Bundesbank ha sido heredada por el BCE.
Para el BCE, la moderación de la inflación en algunos países proporciona una situación de confort que permite seguir bajando los tipos de interés lentamente, lo que podría reactivar la economía en países con crecimiento débil. No obstante, Carbó expresa su preocupación por España, debido a que una bajada excesiva de tipos podría sobrecalentar su economía, dificultando la reducción de la inflación. Así mismo, el organismo dirigido por Christine Lagarde debe mantener su credibilidad en la lucha contra la inflación y evitar relajaciones excesivas en la política monetaria, ante esto Carbó aboga por una visión a largo plazo y una guía clara en lugar de decisiones basadas en datos puntuales, ya que «esto genera incertidumbre», así como la disciplina fiscal para evitar futuras crisis de deuda soberana.