MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La contracción de la economía alemana en 2023 se limitará al 0,1% en vez de la caída del 0,3% anticipada el pasado mes de junio por el Bundesbank, el banco central de Alemania, que ahora espera “un retraso” en la recuperación proyectada para los siguientes años, lo que hará que el país no alcance nuevamente su potencial de producción hasta 2026.
De tal modo, los nuevos pronósticos de la institución contemplan un crecimiento del 0,4% del PIB de Alemania en 2024, cuando en junio proyectaba un rebote del 1,2%, mientras que ha recortado una décima la previsión para 2025, hasta el 1,2%, y prevé una expansión del 1,3% en 2026.
En este sentido, los economistas del banco central germano atribuyen en parte esta recuperación más tardía a una demanda externa industrial más débil de lo esperado, lo que afectará negativamente tanto a la producción como a las exportaciones, coincidiendo con un consumo privado “vacilante” y mayores costes financieros por las subidas de tipos que frenan las inversiones.
“La economía alemana se recuperará en los próximos años, aunque con retraso”, ha señalado el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, para quien es probable que desde principios de 2024 la locomotora europea retome una senda de expansión y gane velocidad gradualmente.
De esta manera, a partir de 2024, la economía germana debería volver a acelerarse, aunque lentamente, según apuntan los signos de una ligera mejora en las expectativas empresariales, que aumentaron ligeramente en octubre y noviembre.
Durante el horizonte de las previsiones, la economía alemana se beneficiará principalmente del esperado aumento de las exportaciones a medida que los mercados de exteriores se expandan nuevamente, así como del incremento del consumo previsto por la estabilidad del mercado laboral, el fuerte aumento de los salarios y la esperada caída de la inflación.
“Los ingresos reales de los hogares privados están aumentando considerablemente”, destacó Nagel.
A la vista del retraso esperado en la recuperación de la economía, el banco central advierte de que no se espera ningún aumento del empleo en el trimestre actual ni en el primer trimestre de 2024, aunque señala que los indicadores adelantados sugieren que el alto nivel de ocupación puede mantenerse.
Según las previsiones, el mercado laboral se recuperará a finales de 2024, cuando comience a ganar impulso la recuperación económica, mientras que, de cara a los años 2025 y 2026, espera que el mercado laboral vuelva a estar significativamente más tenso, ya que es probable que la oferta laboral sea aún más escasa.
INFLACIÓN.
En cuanto a la inflación armonizada, el Bundesbank ha revisado al alza su previsión promedio para 2023, hasta el 6,1%, una décima más que en junio, pero ha recortado de manera notable la del año próximo, hasta el 2,7% desde el 3,1% de las anteriores previsiones.
Asimismo, el banco central alemán ahora espera que la tasa de inflación armonizada promedio para 2025 será del 2,5% en vez del 2,7% que proyectaba previamente, mientras que anticipa una inflación del 2,2% en 2026.
Sin embargo, el Bundesbank ha advertido de que en los próximos meses es probable que la tasa de inflación vuelva a ser significativamente más alta que en noviembre.
“Se espera un salto significativo, especialmente en diciembre”, ha anticipado, ya que el año pasado la asunción por parte del Estado de la factura parcial del gas y la calefacción urbana hizo bajar temporalmente el nivel de precios.
Por otro lado, el Bundesbank anticipa una mejora de las finanzas estatales como consecuencia de la esperada retirada de las medidas de apoyo temporal implementadas durante la crisis energética y que están llegando a su fin.
“Esto es más importante este año y el próximo que el aumento de los gastos en defensa y pensiones”, sostiene la entidad, que prevé una reducción del déficit al 2% del PIB en 2023 y al 1,3% el próximo año, a partir de cuando no espera cambios sustanciales de la métrica.
A su vez, el ratio de endeudamiento de Alemania caerá a poco más del 60% a finales de 2026 tras una primera estimación del impacto de la sentencia del Tribunal Constitucional Federal, advirtiendo de que sus proyecciones no incluyen los recientes acuerdos del Gobierno federal sobre los presupuestos para 2024.