Aboga por diversificar clientes y reitera la resiliencia de los bancos de la UE tras la quiebra del SVB
BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)
El Banco Central Europeo (BCE) ha recordado la importancia de “evitar la tentación” de relajar la supervisión a aquellos bancos que invierten en nuevas tecnologías tras la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), que concentraba tanto sus actividades de préstamo como de captación de depósitos entre empresas de capital riesgo, ‘fintechs’ y ‘startups’.
“La mejor protección es evitar esos modelos de negocio extremos que son muy frágiles en estas situaciones, como las inversiones en capital riesgo o criptoactivos”, ha explicado el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria, en su comparecencia ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, donde también ha intervenido el presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa.
Enria ha apuntado que el caso del Silicon Valley Bank es “especialmente esclarecedor”, ya que más del 80% de su base de depósitos consistía en depósitos corporativos no asegurados, que tienden a ser “más móviles” que otros.
Esto sucedió, ha agregado, en un contexto normativo estadounidense en el que los bancos de tamaño medio, como es el caso del SVB, están exentos o reciben un trato preferente en virtud de las normas prudenciales pertinentes, como los requisitos de liquidez –el coeficiente de cobertura de liquidez (LCR) y el coeficiente de financiación estable neta (NSFR)– y los requisitos de capital.
Además, ha aclarado que estos bancos están sujetos a pruebas de resistencia menos frecuentes que los de mayor tamaño y se les puede permitir que no reflejen en su capital reglamentario ciertos tipos de pérdidas, a diferencia también de la supervisión en el sistema bancario de la UE, del cual ha vuelto a destacar su “resiliencia”.
“La resistencia general del sector en materia de liquidez también se debe a la revisión del marco normativo aplicada tras la crisis financiera mundial y a la elección, por parte de la Unión Europea, de aplicar las normas internacionales a todos los bancos que operan en su jurisdicción”, ha incidido el italiano.
Asimismo, ha indicado que, en general, los bancos europeos operan con una base de clientes “más diversificada”, aunque los depósitos no asegurados también son una importante fuente de financiación en la zona del euro.
No obstante, Enria ha advertido de que “a veces puede darse el caso de que exista la tentación de mirar con buenos ojos a bancos o instituciones que invierten en nuevas tecnologías”, lo que puede dar pie a relajar las medidas de supervisión para facilitar que estas “florezcan”.
“Apoyo que los bancos inviertan en nuevas tecnologías y es necesario que lo hagan, pero un banco tiene que estar reglamentado y aplicar de forma estricta los requisitos de supervisión”, ha apostillado.
EVITAR LA “COMPLACENCIA”
Por su parte, Campa ha destacado que la mejora de la supervisión y la gobernanza de los bancos también ha colocado a la UE “en mejor posición para evaluar los riesgos de forma más prospectiva”.
Sin embargo, ha instado a “permanecer vigilantes” y evitar “caer en la complacencia”, pues aunque las crisis recientes “demuestran que, a pesar de todas las mejoras en las posiciones de capital y liquidez de los bancos, la mejora de la regulación y la supervisión, aún pueden producirse quiebras y falta de confianza”.