La entidad calcula que se incorporarán a la fuerza laboral hasta 1,3 millones de personas
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La fuerza laboral del conjunto de la eurozona se incrementará en un rango de entre 300.000 y 1,3 millones de trabajadores como consecuencia de la llegada de refugiados a causa de la guerra en Ucrania, según las estimaciones del Banco Central Europeo (BCE), que espera que este aumento de la mano de obra disponible contribuya a aliviar ligeramente la estrechez del mercado laboral de la región.
Según los cálculos realizados, la crisis de Ucrania provocaría un aumento medio de entre el 0,2% y el 0,8% en la población activa de la zona euro a medio plazo como consecuencia de la entrada de refugiados en edad de trabajar, lo que corresponde a un incremento de entre 0,3 y 1,3 millones en el tamaño de la fuerza laboral de la eurozona.
A pesar de las rápidas medidas adoptadas por las autoridades europeas, el documento publicado por el BCE señala que las barreras al mercado laboral y otras fricciones siguen siendo impedimentos significativos para los refugiados, lo que dificulta su integración en los mercados laborales de los países de acogida, especialmente a corto plazo.
“El aumento de la oferta de mano de obra resultante de la afluencia de refugiados ucranianos podría aliviar ligeramente la estrechez observada en el mercado laboral de la zona del euro”, señala el estudio elaborado por Vasco Botelho, economista del BCE, quien advierte de que si estos refugiados pueden acceder al mercado laboral sin un largo proceso de integración, “podrían ayudar a responder a la demanda de mano de obra actualmente en auge y abordar la escasez cada vez mayor de habilidades”.
No obstante, el economista del BCE advierte de la dificultad de cuantificar precisamente el impacto final, aunque subraya que, al margen del ámbito laboral, la afluencia de refugiados ucranianos también tendrá otras implicaciones importantes para los recursos fiscales, la vivienda y los servicios públicos en los países de la zona del euro.
El estudio publicado por el BCE recuerda que, en los años previos a la guerra, los inmigrantes ucranianos tendieron a establecerse en Polonia, la República Checa, Alemania y Hungría, aunque la mayoría de la población total de inmigrantes ucranianos vive actualmente en la zona del euro, con números particularmente elevados en Italia, Alemania y España.
“Ya existe una comunidad ucraniana importante en la zona del euro, y las experiencias recientes de otros refugiados, junto con el hecho de que los países de la eurozona tienen los medios económicos para recibir refugiados, podrían animar a más refugiados ucranianos a establecerse en la zona del euro a lo largo del tiempo”, señala.
A este respecto, apunta que la proporción de refugiados ucranianos que permanezcan en la zona del euro a medio plazo dependerá de la duración y la gravedad de la guerra en su país de origen, ya que si la lucha se vuelve más prolongada o más intensa, aumentará el número de refugiados. Asimismo, una guerra más larga y más severa probablemente también reducirá la proporción de refugiados que regresarán a Ucrania a medio plazo.
Por otro lado, si bien actualmente las mujeres representan aproximadamente el 80% de todos los refugiados entrevistados y un 80% de las mujeres refugiadas viajan con al menos un hijo, se espera que la proporción de refugiados en edad de trabajar sea mayor si la guerra es más prolongada y más severa, incluyendo hombres en edad de trabajar eventualmente reubicándose para reunirse con sus familias en el extranjero y mudándose a la eurozona en una etapa posterior.