El Banco Mundial ha revisado al alza sus pronósticos de crecimiento para China en 2024 y 2025, destacando un leve optimismo respecto a la recuperación de la segunda economía más grande del mundo. Sin embargo, la institución advirtió que factores como la débil confianza de los consumidores y las empresas, además de los problemas en el sector inmobiliario, seguirán siendo obstáculos importantes.
Proyecciones de crecimiento
El Banco Mundial espera que la economía china crezca un 4,9% en 2024, una ligera mejora respecto a su previsión anterior de 4,8%. Para 2025, el crecimiento se estima en 4,5%, también superior al 4,1% proyectado anteriormente. Estas cifras reflejan un repunte parcial gracias a políticas de flexibilización y un fortalecimiento temporal de las exportaciones.
Pekín, por su parte, ha fijado un objetivo de crecimiento de “alrededor del 5%” para 2024, mostrando confianza en su capacidad para alcanzar esta meta. Sin embargo, el Banco Mundial subraya que la recuperación a largo plazo requerirá medidas estructurales significativas.
Desafíos persistentes
A pesar de las proyecciones más optimistas, la economía china enfrenta varios desafíos:
- Crisis inmobiliaria: El mercado inmobiliario, un pilar clave del crecimiento económico de China, sigue mostrando señales de debilidad. Si bien las autoridades planean medidas para evitar mayores caídas, el Banco Mundial no anticipa una recuperación significativa en este sector hasta finales de 2025.
- Débil demanda interna: La recuperación del consumo está siendo frenada por el lento crecimiento de los ingresos de los hogares y el impacto negativo de la caída en los precios de las viviendas, lo que afecta la percepción de riqueza de los ciudadanos.
- Presiones externas: La posibilidad de un aumento en los aranceles estadounidenses, una de las promesas del presidente electo Donald Trump, podría agravar las dificultades económicas, afectando especialmente a las exportaciones chinas.
Medidas para impulsar el crecimiento
En respuesta a estos desafíos, las autoridades chinas han anunciado la emisión récord de 3 billones de yuanes (unos 411.000 millones de dólares) en bonos especiales del tesoro para 2025. Este paquete tiene como objetivo financiar inversiones clave y estabilizar la economía.
Además, el Banco Mundial ha enfatizado la importancia de abordar problemas estructurales, como el fortalecimiento de las redes de seguridad social y la mejora de las finanzas locales, para garantizar una recuperación sostenible. Según Mara Warwick, directora del Banco Mundial en China, “es crucial equilibrar el apoyo a corto plazo con reformas estructurales a largo plazo”.
Realidad socioeconómica
Aunque la clase media china ha crecido significativamente desde la década de 2010, alcanzando el 32% de la población en 2021, el Banco Mundial estima que más del 55% de los ciudadanos sigue siendo “económicamente inseguro”. Este dato resalta la necesidad de crear más oportunidades económicas y fortalecer la seguridad financiera de los hogares.
Perspectivas futuras
El panorama económico de China para los próximos años estará marcado por la interacción entre factores internos y externos. Mientras el gobierno intenta estimular el crecimiento mediante medidas fiscales y regulatorias, el éxito dependerá en gran medida de su capacidad para generar confianza en los mercados, estabilizar el sector inmobiliario y adaptarse a las posibles presiones comerciales globales.
Con los ojos del mundo puestos en la evolución de su economía, China enfrenta el desafío de navegar en un contexto de incertidumbre mientras intenta consolidar un modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible.