La inflación seguirá bajando de forma gradual, lo que permitirá recortar los tipos con ciertas condiciones
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La actividad económica en América Latina se enfrentará a un escenario de desaceleración en 2024, con un crecimiento inferior al 1,5% al cierre de este año, según pronostica el Banco de España en su Informe de Economía Latinoamericana correspondiente al segundo semestre de 2023.
En concreto, tras experimentar una desaceleración del crecimiento en 2023, con un aumento del PIB del 2% frente al 3,6% registrado en 2022, el Banco de España prevé para este año una expansión del 1,3%, lo que supone un menor ritmo que en los años anteriores.
Este menor avance de la actividad es inferior al de otras áreas emergentes y supone una revisión a la baja de cuatro décimas desde mediados de 2023, cuando el Banco de España calculaba un crecimiento económico del 1,7% en América Latina.
Algunos riesgos sobre el crecimiento persisten para este año, como una política monetaria en Estados Unidos que sea más restrictiva de lo esperado por los mercados o que la economía china se desacelere más intensamente de lo previsto.
Respecto a este último factor, se estima que una desaceleración transitoria de la actividad económica en China de un punto porcentual reduciría en 2024 el nivel del PIB en un 0,7% en la región.
Asimismo, a nivel interno de la región, el empeoramiento de las previsiones del Banco de España se debe a la fuerte revisión a la baja para Argentina, donde se anticipa una fuerte contracción de la economía.
Con todo, tras unos meses convulsos a nivel social y político en varios países de la región, las tensiones parecen haberse apaciguado en algunos de estos, lo que permitiría retomar una agenda de reformas económicas que ayude a aumentar el crecimiento potencial.
Además, algunos países latinoamericanos podrían beneficiarse a medio plazo de la compleja situación geopolítica global si se materializaran ciertas tendencias incipientes en la localización de empresas multinacionales, potenciando el traslado de actividades productivas a países más cercanos geográficamente (nearshoring) y más afines políticamente (friend-shoring).
INFLACIÓN A LA BAJA, CON CIERTOS RIESGOS
De cara a este año, se espera que la inflación siga moderándose de manera generalizada, como ha venido ocurriendo en los últimos trimestres. Así, aunque se prevé una reducción todavía muy gradual, la inflación en los distintos países de la región se situará dentro de los rangos objetivo de los bancos centrales en 2024.
El ritmo de moderación de la variación de los precios dependerá, principalmente, de la intensidad con la que se reduzca la inflación de servicios, que está mostrando una cierta resistencia a la baja con carácter general.
Del mismo modo, será necesario que se relajen las presiones sobre los precios de los alimentos, que han aumentado mucho más que el resto de los precios de la cesta de consumo y presentan riesgos al alza vinculados al fenómeno meteorológico de ‘El Niño’, y de que la política fiscal adquiera un tono coherente con el tono contractivo de la política monetaria.
Sobre la cuestión de ‘El Niño’, cabe señalar que los cambios climáticos que genera son causantes de distorsiones en el ciclo de producción y afectan a los precios de las materias primas agrícolas, energéticas y mineras. En este sentido, existe cierto consenso en que el impacto de ‘El Niño’ sobre la inflación en la región podría ser significativo para algunos países.
“En cualquier caso, se espera que continúe el proceso gradual de reducción de la inflación en los próximos trimestres y que se alcancen los rangos objetivo de los bancos centrales en 2024”, sostiene el Banco de España.
RECORTE DE TIPOS
A medida que ha avanzado el proceso de reducción de la inflación, la mayoría de los bancos centrales de la región, al igual que otras áreas emergentes, han iniciado un ciclo de relajación monetaria.
A pesar de ello, se espera que los tipos de interés reales mantengan un tono restrictivo de la política monetaria todavía a finales de 2024, dado que los recortes de tipos que se anticipan no serían de mucha mayor magnitud que las reducciones previstas en la inflación.
Este proceso de relajación de la política monetaria se verá condicionado por las decisiones en este ámbito que se adopten en otras áreas geográficas, en particular en Estados Unidos. La cautela en el país norteamericano podría explicar el ritmo de recortes en América Latina.
Finalmente, el Banco de España también se refiere en su informe a los riesgos para los sistemas bancarios, que se mantienen limitados. Los indicadores macrofinancieros de vulnerabilidad frente a una crisis bancaria se mantienen en valores contenidos y por debajo, con carácter general, de los umbrales de riesgo de referencia estimados.
“Los informes de estabilidad financiera de los bancos centrales de la región consideran que, en general, la situación de los sistemas financieros es relativamente sólida”, apunta la entidad.