Afirma que con una reducción de medio punto del déficit estructural, no alcanzaría los niveles precrisis hasta 2035
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha advertido este lunes de que si no se lleva a cabo en España ningún tipo de ajuste, la deuda pública, que ya se sitúa en el 120% del PIB, seguirá creciendo en los próximos años.
No obstante, si se implementa una estrategia de consolidación fiscal conforme a las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (ahora en revisión), con una caída aproximada de medio punto del déficit estructural, se produciría una reducción gradual de la deuda, hasta alcanzar hacia 2035 los niveles precrisis.
En este sentido, desde el Banco de España han asegurado que el refuerzo para la consolidación fiscal, acompañado de reformas estructurales que incrementen el potencial de crecimiento, aceleraría este proceso de reducción de deuda y lo haría menos costoso.
Así, ha asegurado que reducir la deuda pública tras la crisis requerirá la combinación simultánea de superávits presupuestarios recurrentes, políticas que favorezcan la moderación del coste de la deuda, reformas estructurales que estimulen el crecimiento y una inversión pública productiva, para lo que tendrán un papel “clave” los fondos europeos.
“Los beneficios de preanunciar la estrategia decidida pueden ser sustanciales en términos de credibilidad”, ha remarcado Arce durante su intervención en el seminario ‘Inflación, deuda y negocio financiero: ¿cambio de paradigma?’, organizado por Funcas.
España tenía una ratio de deuda pública alta antes de la crisis, aunque la pandemia la ha incrementado en más de 20 puntos porcentuales de PIB. No obstante, según ha explicado Arce, los gastos por intereses en proporción del PIB no son mucho mayores que antes de la crisis financiera, cuando la deuda era mucho menor, gracias a los bajos tipos de interés, nominales y reales.
REPUNTE TRANSITORIO DE LA INFLACIÓN
Sobre la inflación, Arce ha señalado que su reciente repunte presenta un carácter “transitorio”, si bien la pandemia y las políticas aplicadas para su superación aumentan la incertidumbre en torno a la senda de inflación a medio plazo.
Desde el Banco de España han apuntado que hay actualmente una “bolsa importante” de ahorro de las familias como consecuencias de las restricciones por la pandemia. “Ese vaciado de la bolsa de ahorros va a ser una palanca de la recuperación del consumo privado y de la actividad importante pero desconocemos el ritmo alcance o intensidad”, ha señalado Arce.
ABOGA POR MANTENER UN TONO EXPANSIVO EN POLÍTICA FISCAL Y MONETARIA
En el corto plazo, el Banco de España ve “necesario” mantener un tono expansivo en las políticas monetaria y fiscal, con un carácter crecientemente focalizado de la política fiscal y en sectores y agentes más afectados por la crisis.
En opinión del director de Economía y Estadística, el programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP) del BCE, por ejemplo, ha sido “crucial” para mantener unas condiciones de financiación holgadas. En concreto, las compras netas en 2020 equivalen a más del 90% de las necesidades de financiación pública de los países del euro.
Y es que, según ha alertado Arce, el coste de una retirada prematura de los mismos provocaría pérdidas adicionales de empleos, cierre de empresas y dinámicas financieras adversas, lo que conllevaría una recuperación más débil.
Por su parte, el coste de una retirada más tardía podría suponer un repunte de la inflación, aunque no necesariamente esto tendría que verse como negativo ‘per se’, si es moderado y temporal y ayuda a reanclar las expectativas en valores más elevados y coherentes con el objetivo. Por otro lado, podría suponer un ajuste en los mercados financieros que no sería descartable, si bien, en estos momentos, en la UEM, no se aprecian grandes desequilibrios.