El arrepentimiento de Sunak: la economía del Reino Unido mejora, pero los problemas persisten
Rishi Sunak, el líder del Partido Conservador, ha pedido perdón a los ciudadanos por haber decepcionado y no haber cumplido las expectativas de aquellos que decidieron confiar en él. Sergio Castaño, profesor de relaciones internacionales en la UCJC, señala que “Rishi Sunak pidiendo perdón a los ciudadanos, pidiendo disculpas por haber decepcionado y no cumplido las expectativas de aquellos que decidieron confiar en él”.
“Rishi Sunak no fue un presidente electo sino que fue un presidente escogido directamente por el partido conservador porque se suponía que hacía falta un economista para que resolviera la situación por la que estaba atravesando el Reino Unido”, explica Castaño. Se esperaba que su perfil técnico y experiencia en economía fueran la clave para resolver los problemas económicos del país. Sin embargo, aunque en términos macroeconómicos se ha visto una mejora, estas no han tenido un impacto positivo en la vida diaria de los ciudadanos. Castaño cree que “en términos macroeconómicos se podría decir que ha mejorado la situación del Reino Unido, pero todas esas medidas tienen que reflejarse en los bolsillos de los británicos y eso no se ha conseguido”.
Además de los problemas económicos, el sistema sanitario continúa siendo un desafío importante. “También hay problemas con el sistema sanitario, son problemas de base que no se pueden resolver en dos años y Rishi Sunak no ha tenido la capacidad de resolver”, comentó Castaño. Esta falta de mejoras en sectores críticos ha contribuido a la creciente insatisfacción con el gobierno de Sunak.
El reciente cambio de gobierno, con los laboristas volviendo al poder después de 14 años, también se enmarca dentro de un contexto de descontento generalizado. “Después de 14 años, los laboristas vuelven al poder y vamos a ver, se habla de ese voto castigo y ese voto castigo viene un poco de la gestión de la pandemia, que realmente fue un auténtico desastre”, señaló Castaño. La gestión de la pandemia, marcada por las polémicas fiestas en Downing Street bajo el liderazgo de Boris Johnson, ha dejado una huella profunda en la percepción pública.